MAYO NANA (a Ester, nuestra madre).
Tengo ternura
de voz de madre
en los cabellos
alguna brisa de invierno
ruletea sobre la piel cuarteada
por el tiempo.
La risa de niño repicándome
al instante, al momento
que las chicas de al lado
sueñan con galanes extranjeros
es decir, los cheros de las telenovelas.
Cuando claree
tendré que jalarme de los cabellos
brincar al otro lado.
Justo en ti patria ingrata
se quedará la madre de los niños
la gran sala del teatro popular.
Ah, el hermano
extraño espécimen proletario,
duro heredero de las letras populares.
Se quedará el calor de la madre
dedicada y buena,
el suave arrullo del hogar sencillo
diré adiós a la chica del cabello claro
de ingreso a la Universidad violada.
En fin
algo de mí se deberá
a los cementerios
a los exilios
a los olvidos.
Interesante. Me gustaria leer mas poesia de Jaime.