Alimentos que Ayudan a Reducir el Riesgo de Cáncer de Intestino

¿Cómo se puede reducir el riesgo de
cáncer de intestino? ¿Qué medidas hay que tomar para prevenir esa
enfermedad? He aquí una respuesta.
¿Qué comer?

Para comenzar, una dieta alta en fibra
es muy importante para reducir el riesgo de cáncer de intestino. Hay
diferentes tipos de fibra, pero, en general, la fibra de cereales y
granos integrales es una fuente ideal para mantener la salud.
Australia tiene uno de los mayores
índices de cáncer de intestino en el mundo, así que las
directrices australianas sugieren que el objetivo diario sea unos 30
gramos de fibra para los adultos. Sin embargo, menos del 20% de los
adultos australianos cumplen con este consejo.
El salvado de trigo es una de las
fuentes más ricas en fibra. No está claro de qué manera la fibra
es capaz de reducir el riesgo de cáncer de intestino, pero los
posibles mecanismos incluyen la reducción del tiempo que tarda la
comida en pasar por el intestino —y, por lo tanto, la exposición a
posibles carcinógenos— o por un efecto beneficioso sobre las
bacterias intestinales.
Asimismo, se cree que la leche, los
productos lácteos y el pescado graso reducen el riesgo de la
enfermedad y tienen elementos de protección. Más aún, un estudio
de pacientes con cáncer de intestino mostró que la reducción del
nivel de la mortalidad se asoció con el consumo diario del café.
¿Qué productos evitar?

Los expertos afirman que hay una
correlación entre el alto consumo de carne y el cáncer de
intestino, por eso afirman que es mejor evitar grandes cantidades de
carne, que incluye la carne roja, derivada del músculo de los
mamíferos como la carne de res, ternera, cordero, cerdo y cabra, y
la carne procesada como el jamón, el tocino y las salchichas.
​Las carnes procesadas se han
sometido a una técnica de preservación como el ahumado, la salazón
o el añadido de conservantes químicos que están asociados con la
producción de compuestos que pueden resultar cancerígenos. Las
pautas actuales de Australia sugieren minimizar el consumo de carnes
procesadas y comer solo cantidades moderadas de carne roja (hasta 100
gramos diarios).
Definición de térrminos usados en
esta nota:

Carcinógeno: Dicho de
una sustancia o agente que produce cáncer.
Salvado: Cáscara del
grano de los cereales desmenuzada por la molienda.

Breve Resumen de la Obra «Doña Bárbara»

Por Esteban Balmore Cruz


Tipo de obra: Novela

Autor: Rómulo Gallegos (1812-1969)
Género: Realismo costumrista
Ubicación: El valle del Arauca, Venezuela, a inicios del siglo XX
Primera publicación: 1929
Personajes principales:
Doña Bárbara, una hermosa mestiza sin escrúpulos.
Santos Luzardo, propietario de la hacienda Altamira.
Marisela, hija ilegítima de doña Bárbara y Lorenzo Barquero.
Antonio, un vaquero de la hacienda Altamira.
El Brujeador, un granuja secuaz de doña Bárbara.
Míster Danger, un intruso estadounidense en Altamira.
Don Balbino, un alevoso capataz de la hacienda Altamira.

Comentario Breve 

No es común que un literato sea un líder político, pero Rómulo Gallegos es una excepción a la norma, ya que él fue uno de los fundadores del Partido Acción Democrática de Venezuela, en 1941, y fue nominado por ese instituto político a la presidencia de ese país en 1947, habiendo sido electo por los votantes y habiendo servido en el cargo hasta que fue derrocado por un golpe de estado militar. Gallegos y su partido propugnaban por un gobierno liberal el cual mejoraría las condiciones de vida de las masas de Venezuela. El orgullo de Gallegos por su país y su gente está reflejado en su obra, y aunque es ficción, es de elevada reputación entre lectores que la han leído en español o en cualquiera de los idiomas en que fue traducida. El tema central de la novela es la lucha entre la civilización y la barbarie, en donde se busca suplantar el irrespeto a la leyes por el ejercicio de la legalidad, la suplantación de métodos agrícolas arcaicos por otros más modernos, la ignorancia y superstición con educación, y la corrupción e ineficiencia de las autoridades por un imperio de la legalidad.

Resumen

La hacienda «Altamira» era una vasta propiedad en la parte más agreste de la cuenca del río Arauca, en Venezuela, y que había sido establecida temprano en la historia del negocio de la ganadería en el país suramericano. Sin embargo, a finales del siglo XIX había sido dividida en dos partes por los herederos de uno de los dueños. Una de las partes retuvo el nombre de la hacienda y pasó al heredero de la familia Luzardo. La otra parte, habiendo pasado a una hija que se había casado con un Barquero, fue nombrada con este apellido «La Barquereña». A medida que pasaron los años, las dos familias se enfrascaron en una contienda que trajo como resultado la muerte de la mayoría de hombres de ambos lados. Durante los años de la guerra hispano-americana, el dueño de Altamira y su hijo mayor se pelearon, con el resultado de que el padre mató al hijo, y seguidamente él también murió al negarse a alimentarse. Doña Luzardo decidió trasladarse a Caracas con el único hijo que le quedaba para criarlo en un ambiente más civilizado.

Pasaron los años y al final el hijo, Santos Luzardo, decidió vender la hacienda, la cual había sido permitido que se deteriorara bajo el cargo de administradores irresponsables, y para poder establecer un precio a su propiedad él mismo se trasladó a ella con el objetivo de evaluarla. A su arribo se enteró que la hacienda vecina de Barqueros (ahora llamada «El Miedo») había pasado a las manos de doña Bárbara, una mestiza que había sido la amante del dueño antes de que lo sacara de su propiedad. Doña Bárbara estaba en el proceso de apropiarse de «Altamira» con la ayuda de varios secuaces, incluyendo don Balbino, el capataz de dicha hacienda. Santos Luzardo decidió mantener la propiedad e intentar convertirla en un negocio próspero, si solo para que no cayera en las manos de doña Bárbara.

Para lograrlo, Santos contaba con el apoyo de algunos corraleros que lo habían conocido cuando era niño, incluyendo Antonio, quien había sido su compañero de juegos en años pasados, y el primer paso que dio Luzardo fue ponerle fin a la contienda con los Barqueros. Encontró a Lorenzo Barquero viviendo en una cabaña ubicada en una ciénaga, la única tierra que su amante le había dejado. Allí vivía con su hija ilegítima, Marisela, quien era hermosa como su madre, y Santos se llevó a ambos a vivir con él en Altamira, con la intención de rescatar a Lorenzo del alcoholismo y educar a Marisela.

La mayoría del ganado de la hacienda había sido robado, hasta que solo quedaban unas cien cabezas; pero Antonio, el vaquero fiel, se había encargado de que varios cientos más se dispersaran sin control por los montes para salvaguardarlos de la depredación de doña Bárbara y míster Danger, un estadounidense que se había alojado sin autorización en tierras de «Altamira» y que cada día iba expandiendo el área que controlaba con la idea de apropiársela. Luzardo también procedió a despedir a don Balbino, el administrador deshonesto, y éste, que había estado cooperando con doña Bárbara y era su amante, buscó de inmediato su apoyo.

Debido a su educación como abogado, Santos Luzardo decidió primero tratar por medios legales la recuperación de las tierras que le habían sido usurpadas, dirigiéndose al juez local, y a través de su conocimiento de las leyes, forzó a dicho funcionario a citar a doña Bárbara y a míster Danger. A ambos les fue instruido cooperar con Luzardo que deseaba juntar su ganado permitiéndole inspeccionar el de ellos ya que estaban mezclados con el de «Altamira»; y también se les instruyó que debían tomar acción con respecto a las cercas. Además, a Danger se le notificó que debía cercar ya que –de acuerdo a la ley– su ganado era muy poco para dejarlo dispersarse por los montes; y a Doña Bárbara también se le dijo que debía ayudar en la hechura de una cerca que sería el lindero entre su hacienda y «Altamira». Para sorpresa de todos, la doña tomó las decisiones con actitud positiva y sus secuaces eran los más sorprendidos, ya que previamente ella había sido implacable ante cualquier oposición a sus designios; pero la respuesta al cambio en su actitud es que estaba secretamente enamorada de Santos Luzardo, y pensaba que ella podía comandar su amor y su propiedad a través de su belleza.

Al paso de los días y las semanas de monótona rutina en la hacienda, Santos se sentía contento por haber traído a Marisela a vivir en su casa, porque sus esfuerzos para enseñarle sobre la cultura y maneras sociales le mantenían para no perder contacto con la civilización, y aunque su interés en ella era solamente como amigo y tutor, la joven se había enamorado de él.

A lo largo del río Arauca había miles de garzas, y cuando éstas estaban mudando su plumaje, la gente de Altamira fue enviada a recoger las plumas y juntaron cincuenta libras del valioso artículo con el que fueron enviados dos corraleros al mercado, siendo la intención de Santos usar el dinero de su venta para cercar los linderos de su hacienda. La pérdida del producto y el fracaso de las autoridades en capturar a los culpables provocó un cambio grave en Luzardo, quien determinó tomar la ley en sus propias manos y enfrentar violencia con violencia cuando fuese necesario.

Su primer acto en esta nueva determinación fue hacer capturar y enviar a prisión a tres de los secuaces de doña Bárbara, ya que estos tres maleantes habían estado requeridos por las autoridades durante largo tiempo por varios y diversos delitos. Poco tiempo después, Santos recibió comunicación de doña Bárbara, quien le informaba que en cierto lugar encontraría al ladrón que se había apropiado las plumas. Luzardo fue al mencionado lugar durante la noche y tuvo u encuentro con el Brujeador, el hombre más sanguinario y de más confianza de la doña, en la riña, el Brujeador murió. Mientras tanto, don Balbino, el administrador traicionero que había estado a cargo de «Altamira» y que había sido el amante de doña Bárbara, se volvió desagradable ante los ojos de ella y lo mandó a matar cuando descubrió que había sido él quien había robado las plumas; y para ayudar a Santos, la señora culpó al difunto por la muerte del Brujeador.

Cuando recuperó las plumas, doña Bárbara se dirigió al pueblo a venderlas con la intención de entregar el dinero a Luzardo; pero también aprovechó para mandar a hacer documentos para transferir las tierras en disputas a su legítimo propietario. Al regresar a su hacienda, ella se dio cuenta que su gente la había abandonado, ya que esas personas no podían comprender por qué había dado la espalda a sus secuaces de confianza. Doña Bárbara se dirigió entonces a «Altamira», donde encontró a Santos hablando con Marisela, cuyo padre había muerto recientemente. En vista de que el amor de la muchacha por Luzardo se manifestaba claramente en su semblante, doña Bárbara, sin haber sido vista, sacó su revólver para matar a su hija, pero el amor que ella sentía por el mismo hombre la detuvo al momento de cometer el acto y, dando la vuelta, sin revelar su presencia, se marchó en su caballo.

Nada se oyó decir de doña Bárbara a partir de entonces; pero al siguiente día, un sobre grande le fue entregado a Santos. El sobre contenía un fajo de documentos restituyendo las tierras que le habían sido usurpadas, y otros transfiriendo la hacienda Barquero a Marisela, la hija de doña Bárbara. Poco después de estos sucesos Santos y Marisela contrajeron matrimonio, y de ese modo las dos haciendas que habían estado separadas por muchos años, volvieron a unirse bajo un solo nombre: «Altamira».

La Medicina de Nutrición

     El doctor Michael Lester observa que la medicina de nutrición es tanto antigua como nueva, señalando que  Hipócrates, el padre de la medicina, dijo en el año 2,500 a.C.: “Que tu comida sea tu medicina y que tu medicina sea tu comida.” Destaca, además, que a través de la historia los más grandes médicos, Galeno, Paracelso, etc., han sido nutricionistas; y que Moisés Maimonides, médico del Sultán en el siglo XII, dijo: “Nada que pueda ser tratado con dieta debería ser tratado por otros medios.”

     Asegura el mencionado doctor que el descubrimiento de los micronutrientes (vitaminas, minerales, aminoácidos, etc.) y de los macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) en los dos pasados siglos, incrementó rápidamente nuestro conocimiento de la medicina de nutrición al nivel molecular, haciendo posible nuestro gran progreso en el tratamiento de la fibrosis quística.

     Declara el doctor Lester que él comenzó usando la medicina de nutrición en su propia práctica psiquiátrica en 1968; añadiendo que con “suerte de principiante” sus dos primeros casos, ambos psicóticos crónicos, se recuperaron milagrosamente, siendo éstos una mujer después de cinco años de enfermedad y un hombre después de veinticinco años de continua demencia hebefrénica regresiva.

     Señala el doctor Lester que también en 1968 el doctor Linus Pauling, ganador de dos premios Nobel (Química y Paz), publicó su ensayo “Psiquiatría Orthomolecular” en la revista Science, en donde la definía como “el tratamiento de enfermedades mentales a través de proveer el medio molecular óptimo para la mente, especialmente la óptima concentración de sustancias que normalmente están presentes en el cuerpo humano.” Pero, subraya el doctor Lester, él prefiere usar el término medicina de nutrición, en vez de medicina orthomolecular, porque «nutrición» es universal e instantáneamente comprendida.

     Finaliza destacando el doctor Lester que pronto se volvió aparente que el tratamiento de enfermedades mentales con nutrición también ayudó a los pacientes con el alivio de otros malestares físicos, poniendo como ejemplo el caso de una mujer que con una mega dosis de vitamina C para la depresión vio su cáncer ir a remisión. Niños problemáticos de corta estatura experimentaron mejoría tanto en su comportamiento como en su crecimiento cuando se les prescribió una dieta alta en proteínas con un suplemento de zinc. Se tornó obvio, concluye el doctor, que la medicina de nutrición trata a la persona entera, trabajando en cada célula de nuestro cuerpo y cerebro.

Fuente:

     Nutrition Medicine and Cystic Fibrosis, by Michael Lester, MD.

Cronología de la Vida y Obra de Salarrué


1899
Nace
el 22 de octubre en Sonsonate, El Salvador, Salvador Salazar Arrué
(Salarrué). Sus padres son Joaquín Salazar y María Teresa Arrué.

1911

Publica
su primmer relato infantil en la página literaria de
Diario
del Salvador
,
que dirigía Román Mayorga Rivas.


1912

Estudios
de secundaria en el Instituto Nacional, único centro de segunda
enseñanza en el país. Estudia tambien comercio en una escuela
mercantil. Primeros estudios de pintura.


1917

Viaja
a Estados Unidos a realizar estudios de pintura en la Academia
Corvoran de Washington, becado por el gobierno de los Meléndez. Abre
su primera exposición en la galería Hisad.


1919

Comienza
a colaborar como escritor e ilusstrador en las revistas
Espiral
de Enrique Lardé y Miguel Chacón, y
Germinal
de Raúl Andino. Aparecen sus primeros cuentos regionales ilustrados
por él mismo.


1922

Contrae
matrimonio con Zelie Lardé, pintora primitivista. Trabaja como
Oficial Mayor para la Cruz Roja.


1926

Publicación
de su primera obra
El
Cristo Negro

en la Biblioteca Cuscatlania. Publica una serie de prosas con motivos
urbanos en el recién fundado periódico
Queremos
de Carlos Bauer. Actúa en el papel de Petronio en la representación
de
¿Quo
Vadis?
,
bajo la dirección de Gerardo Nievas.


1927

Publicación
de
El
Señor de la Burbuja
.
Escribe algunas piezas de teatro infantil para ser representadas en
las escuelas.


1928

Colabora
con el diario
Patria,
que comienza a publicarse bajo la dirección de Alberto Masferrer.
Allí se publican algunos de sus
Cuentos
de Barro
,
por primera vez, lo mismo que sus
Cuentos
de Cipotes
.


1929

Publicación
de
O’Yarkandal.
«Historias, cuentos y leyendas de un remoto imperio», con
prólogo de Alberto Masferrer. La edición se hace en la Tipografía
Patria, donde se editaba el diario.


1932

Es
nombrado Jefe de Redacción del diario
Patria,
siendo ya director Alberto Guerra Trigueros. Se publica
Remontando
el Ulúan
.

1933
Se
publica una selección de sus cuentos regionales en la revista
Cactus,
en la que Salarrué también colabora como ilustrador. Aparición de
la primera edición de
Cuentos
de Barro

con ilustraciones de José María Vides.

1934

Publicación
de
Conjeturas
en la Penumbra
.


1936

Reedición
de
El
Cristo Negro

en El Salvador.


1940

Publicación
de
Eso
Y Más
,
en Editorial «I».


1941

Colaboraciones
en la revista
Brújula.


1943

Reedición
de
Cuentos
de Barro

por Editorial Nacimiento de Santiago de Chile.


1945

Publicación
de
Cuentos
de Cipotes
,
en su primera versión.


1946

Es
nombrado Agregado Cultural en la Embajada de El Salvador en EEUU.
Reside en Nueva York.

1951

Regresa
a San Salvador para radicarse definitivamente en el país.


1953

Trabaja
en diversos manuscritos que más tarde se incorporarían a los
trabajos inéditos incluidos en sus
Obras
Escogidas
:
relatos, reflexiones teológicas y filosóficas, máximas morales.


1954

Publicación
de
Trasmallo
en El Salvador. Colaboración con la revista
Síntesis.


1955

Reedición
de
El
Cristo Negro
,
por el Departamento de Publicaciones del Ministerio de Cultura de El
Salvador.


1956

Reedición
de
El
Señor de la Burbuja
.


1957
El
Libro Desnudo
,
que se publicará por primera vez como parte de las
Obras
Escogidas
,
recoge una serie de meditaciones religiosas y morales, parábolas que
ponen de manifiesto una vez más su preocupación dialéctica del
bien y el mal.

1958

Íngrimo
(Humorada Juvenil-Ideario y Diario de un adolescente suicida)
aparecería también por primera vez en
Obras
Escogidas
.


1959
La
Sombra

y otros motivos literarios, inédito hasta la publicación de
Obras
Escogidas
.
Publicación
de
La
Espada y Otras Narraciones
,
por el Departamento Editorial del Ministerio de Cultura. Exposición
de sus cuadros en San Salvador.

1961
Se
publica la versión definitiva de
Cuentos
de Cipotes

por Editorial Universitaria, con viñetas de Zelie Lardé, su esposa.

1962
Es
nombrado Director General de Bellas Artes. Son reeditados
Cuentos
de Barro

y
Eso
y Más
,
en El Salvador.

1963

Representación
de las adaptaciones escénicas de «La Petaca» y «La
Botija», de
Cuentos
de Barro
.


1964

Renuncia
como Director General de Bellas Artes, por falta de cooperación del
gobierno.


1967

Viaja
a Panamá para participar en el jurdo del Premio «Ricardo Miró»
instituido por el INAC.

Casa
de las Américas de La Habana, Cuba, publica una selección de sus
cuentos, con selección y prólogo de Roque Dalton.

1969

Publicación
del primer tomo de sus
Obras
Escogidas
,
por Editorial Universitaria. Reedición de
Conjeturas
en la Penumbra
,
por el Ministerio de Educación. Homenaje de la Academia Salvadoreña
de la Lengua, a Salarrué y Claudia Lars.


1970
Se
publica el segundo tomo de sus
Obras
Escogidas
,
por Editorial Universitaria. (Primera edición de
Nébula
Nova
,
Vilanos,
El
libro desnudo
,
Íngrimo,
La
Sombra

y otros motivos literarios). Publicación mimeografiada, por la
Biblioteca Nacional, de su primera colección de poemas.

1971

Publicación
de
La
sed de Sling Bader

(Dirección de Publicaciones del Ministerio de Educación), una
novela de aventuras de piratas, concebida para niños.


1974

Reedición
de
Cuentos
de Barro

y
Cuentos
de Cipotes
.
Adaptación y estreno en la televisión de «La Honra» y «La
Petaca». Publicación de su última novela
Catleya
Luna
.


1975
La
Editorial Universitaria publica el poemario
Mundo
Nomasito
,
su última obra. Muere en San Salvador en el mes de noviembre.

Yo Pienso en tí

Yo pienso en tí, tú vives en mi mente
sola, fija, sin tregua, a toda hora,
aunque tal vez el rostro indiferente
no deje reflejar sobre mi frente
la llama que en silencio me devora.

En mi lóbrega y yerta fantasía
brilla tu imagen apacible y pura,
como el rayo de luz que el sol envía
a través de una bóveda sombría
al roto mármol de una sepultura.

Callado, inerte, en estupor profundo,
mi corazón se embarga y se enajena
y allá en su centro vibra moribundo
cuando entre el vano estrépito del mundo
la melodía de tu nombre suena.

Sin lucha, sin afán y sin lamento,
sin agitarme en ciego frenesí,
sin proferir un solo, un leve acento,
las largas horas de la noche cuento
¡y pienso en tí!

José Batres Montúfar (Guatemala, 1809-1844).

Cuentos de Cipotes

El Cuento de los Caramelos Embarcados en un Bote y el Cipotío Tiburón

***

       Pusiesque Tablita yegó a la tienda y le dijo a la tiendera: «Mire: «por qué han metido tanto caramelo bonito en ese bote». Y la tiendera quera bien bilis hizo «¡Hm!» y diay dijo: «¡Para qué ai estén guardaos y para que nadie los tiente!» y se sacudió un cutunco que se había pasado del saco diazúcar y dio unos pasos chancletudos y dijo: «Te vas a castigar tu mamá, porque va decir quiandás haciendo en el vecindario!». Y es que tenía ganas de que se juera y no se jué sinó que le dijo: «El… pero como aquí nues vecindario sinó ques tienda, vaya!» «Sí, siés tienda pero no tenés pisto para comprar nada, asiés que de nada sirve que testés aquí» le dijo dando la tiendera que tenía un lunar de carne, en el cachete. «Si tengo» le dijo Tablita. «¿Entonces por qué no comprás?» le dijo la tiendera quera algo sorda. «Porque taba esperando a ver si me regalaba unos»… le dijo. «Pero como no te puedo regalar» le dijo la tiendera. «A pué, como no me puede regalar, sólo poreso no le compro» le dijo tablita y se jué chiflando y siacabuche.

Salarrué.

El Poema de las Moscas



Las Moscas

Vosotras las familiares
inevitables, golosas
vosotras moscas vulgares
me evocáis todas las cosas.

¡Oh viejas moscas voraces
como abejas en abril
viejas moscas pertinaces
sobre mi calva infantil!

Moscas de todas las horas
de infancia y adolescencia
de mi juventud dorada
de esta segunda inocencia
que da el no creer en nada,
en nada.

Moscas del primer hastío
en el salón familiar
las claras noches de estío
en que yo empecé a so–ar.

Y en la aborrecida escuela
raudas moscas divertidas
perseguidas, perseguidas
por amor de lo que vuela.

Yo sé que os habéis posado
sobre el juguete encantado
sobre el librote cerrado
sobre la carta de amor
sobre los párpados yertos
de los muertos.

Inevitables golosas
que ni labráis como abejas
–ni brilláis cual mariposas
pequeñitas, revoltosas
vosotras amigas viejas
me evocáis todas las cosas.

Antonio Machado.


De Francisco Gavidia

Francisco Gavidia.





Sextinas

¡Oh Moliere inmortal,‭ ‬tú eres de aquellos
cuya frente coronan los destellos
misteriosos del genio soberano
que cuanto más el antro profundiza
del corazón,‭ ‬va convirtiendo en risa
todos los gritos del dolor humano‭!

Como tú,‭ ‬herido y desangrado ya antes,
el‭ ‬espíritu inmenso de Cervantes,‭—
a la hora en que la historia se derrumba,
como feudal castillo,‭ ‬la Edad Media,‭—
grabó sobre la loza de su tumba
la máscara jovial de la comedia.

Francisco Gavidia.

Antiperístasis

¿Qué busca el gran Don Quijote‭?
El Ideal.
‭¿‬Y en qué se estrella cual zote‭?
En lo real.

‭¿‬Qué busca el buen Sancho Panza‭?
Lo real,
‭¿‬Y quién lo arrastra o lo lanza‭?
El Ideal.

Francisco Gavidia.

Vocabulario

Sextina. Estrofa de seis versos.
Zote.‭ ‬Ignorante,‭ ‬torpe y muy tardo en aprender.
Antiperístasis.‭ ‬Acción de dos cualidades contrarias,‭ ‬una de las cuales excita por su oposición el vigor de la otra.

Excelente Síntesis de la Obra Don Quijote de La Mancha

En realidad se trata de un análisis de esa gran obra, que incluye un resumen sintetizado de la misma. Escrito por el maestro Francisco Gavidia.

Don Quijote y Sancho Panza

Análisis Filosófico Objetivo y Subjetivo

I. —El hidalgo Alonso Quijada, por efecto de sus lecturas de los libros de caballería, cambia su nombre, pues resuelve hacerse caballero andante.

II. —Don Quijote de la Mancha sale en seguida a buscar aventuras. Los lectores de Werther se mataban.

III. —Alonso Quijada no era más que un hidalgo y no tenía derecho a usar el DON. – El chiste de esa transgresión ha perdido su fuerza en América donde es libre el uso de tal tratamiento. Luego es armado de burlas caballero, en una venta. Su amor caballeresco pide a unos viajeros, por la fuerza, que proclamen la belleza de Dulcinea; arremételes, cáese de Rocinante, y es apaleado por un mozo de mulas.

IV. —Llévanle en consecuencia a su aldea, atravesado en un rocín.

V. —Sus amigos queman los libros de caballería, causantes de esas locuras. Otro fue el caso de Francesca y Paolo.

VI. —En la segunda salida de Don Quijote síguele ya su escudero Sancho Panza; ataca unos molinos de viento.

La Inducción es del todo desplazada por la Deducción.

VII. —Ataca después a unos frailes Benitos, a quienes dispersa.

Su galantería.

VIII. —Quiere averiguar quién es la dama de un coche cerrado, a quien supone secuestrada y por esto combate a muerte con un vizcaíno irascible y tan testarudo como él.

Su idealidad clásica.

IX. —Convidado a la cena de unos cabreros aprovecha la ocasión para pronunciar su discurso sobre la Edad de Oro. Aquí la sátira alcanza el clasicismo: podría haber incluido a Hércules entre los caballeros andantes: como Voltaire se extralimita a los vallados del Pindo.

X. —Contagiado empero, paga un tributo al clasicismo en la muerte de Grisóstomo, estudiante enamorado; la crítica reacciona desde este delicioso espiritualismo y la musa Inducción, que ordena la observación del mundo externo, asume una actitud aristofanesca.

XI. —El caballo de Don Quijote se desmanda con las yeguas de unos arrieros: sobreviene una disputa y Don Quijote es apaleado por los yangüeses (naturales de alguno de los pueblos que llevan el nombre de Yanguas en España). La reacción inductiva continúa:

XII. —Va a dar Don Quijote a una venta de la peor ralea. Envuelto por casualidad en la intriga de una moza desarrapada a quien cree princesa del castillo, a donde ha llegado, Don Quijote es aporreado por un arriero, y después recibe un candilazo de un cuadrillero.

Su Química y su Farmacopea.

XIII. —Para aliviar sus golpes que cree caballerescos, compone de acuerdo con lo leído en los libros de caballería, el bálsamo de Fierabrás. Bébenlo él y Sancho y les sobrevienen unas bascas que están a punto de echar las tripas.

Su apego a las rutinas caballerescas.

XIV. —Despídese Don Quijote: cóbrale el valor del hospedaje el ventero; niégase Don Quijote a pagar por razones de andante caballería, y el ventero y otros trúhanes se desquitan en el manteamiento de Sancho.

Su ardor guerrero.

XV. —En el camino combate Don Quijote con unos carneros.

XVI. —Nuevo ataque a unos encamisados que llevan un muerto.

XVII. —Espera toda una noche para combatir con unos que hacen un ruido espantoso, y resultan ser unos batanes.

XVIII. —Nuevo combate con un barbero cuya bacía cree que es el yelmo del héroe Mambrino.

Su humanitarismo.

XIX. —Suelta unos galeotes invocando el principio de la libertad.

Misticismo o Teología en el Amor.

XX. —Penitencia de Don Quijote en Sierra Morena en desagravio de Dulcinea del Toboso.

XXI. —Don Quijote deja la penitencia suplicado a que vaya a combatir por la Princesa de Trebizonda. Episodios de la venta. La historia de la mora como la del Curioso Impertinente, y otros pasajes proponen la novela de carácter o moral, tomada sobre la sociedad, en vez del agotado campo de la leyenda medioeval.

XXII. —Don Quijote combate con unos cueros de vino que cree que son los gigantes que oprimen a la princesa.

XXIII. —Llevan a su aldea a Don Quijote haciéndole creer que está encantado. Enferma de puro molido.

SEGUNDA PARTE

XXIV—Apenas se alienta, su primer proyecto y empresa es ir a ver al Toboso a su princesa imaginaria. No halla el palacio; pero la ve al paso, en el camino próximo, bajo la forma de una labradora, es decir, encantada.

XXV. —Encuentra Don Quijote el carro de la muerte: embístelo y dispersa por el campo a los charlatanes.

XXVI. —Llegado a un bosque, encuéntrase con un caballero andante como él, que tiene un escudero narigudo. El Caballero de los Espejos (su amigo Sansón Carrasco). Pero el Caballero de los Espejos es vencido por Don Quijote, quien reconoce en él y en su escudero a dos vecinos suyos, y Don Quijote atribuye el chasco a un encantamiento.

XXVI. —Desde que las buenas prendas de Quijano funcionan «a priori», el mundo exterior se empequeñece de veras ante su grandeza:

Encuentro de Don Quijote con el Caballero del Verde Gabán. Admirable juicio demuestra en asuntos de educación y letras: famoso discurso sobre la Poesía.

Su valor es absoluto.

XXVII. —Don Quijote hace abrir en son de desafío la jaula de un león que no le hace caso.

Nueva pintura de una novela de carácter en confrontación con la caballeresca que vive Alonso Quijada.

XXVIII. —Don Quijote asiste a la boda de Camacho el rico, paraíso de Sancho el escudero.

En este vasto plan de comedia pastoril el resorte es democrático. Vence el pobre al rico por su industria y buenas artes; lo cual no es precisamente el socialismo.

XXIX. —Baja a la cueva de Montesinos, donde ve cosas como en los libros de caballería y como en sueño. Aquí alcanza Cervantes, en su humorismo, una poesía, que sólo puede hallar paralelo en Las Aves de Aristófanes.

XXX. —Interviene en la guerra de unos títeres, tomando partido por los franceses.

Episodios de humorismo popular.

XXXI. —Interviene en la guerra de dos pueblos, guerra cuyos motivos son que el alcalde de uno de ellos remeda el arte de rebuznar en que sobresale el otro.

La reacción de su visión es tan falsa como elegante y pintoresca.

XXXII. —Don Quijote halla un barco en un río. Sube en él, y está a punto de perecer en la presa de un molino de harina.

En un vasto cuadro elegante la visión quijotesca es confrontada con el alto medio social. Véase cómo:

XXXIII. —Don Quijote da con un castillo, cuyos dueños, un duque chancero, y una duquesa de buen tono, se divierten oyendo sus discreteos y locuras, por muchos días. Allí se confrontan las dos grandezas, la una pragmática, pero gótica, inhumana, transitoria. La otra grandeza teórica, en demencia, pero humana, la de la humanidad que iba a ser del porvenir. Sancho Panza es nombrado gobernador de una isla imaginaria: la comedia alcanza aquí su mayor amplitud de donaire.

Mecánica y Cosmografía del hidalgo.

XXXIV. —Don Quijote sube a las estrellas como Astolfo, en el caballo Clavileño…

Nueva confrontación.

XXXV. —Don Quijote cae en poder de los bandidos de la banda de Roque Guinart, que no le hacen nada. Aquel iluso es algo rebelde y el bandido, lo es, otro tanto y de otro modo. Hueva confrontación.

XXXVI. —Divierte a unos señores en Barcelona. Tantas posiciones morales de Don Quijote hacen resaltar ésta que es puramente científica: ¡una cabeza parlante!

XXXVII. —Le desafía otro caballero andante: el Caballero de la Blanca Luna (el mismo de los Espejos bachiller Sansón Carrasco). Don Quijote es vencido y pronuncia las palabras heroicas famosas: «Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad; aprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida, pues me has quitado la honra»…

De nuevo se halla ante sí a priori o de nuevo es real y admirable.

XXXVIII. —Vuélvese a su aldea para cumplir su palabra de estar un año sin salir a buscar aventuras, cae enfermo, recobra el juicio, y muere.