Excelente Síntesis de la Obra Don Quijote de La Mancha

En realidad se trata de un análisis de esa gran obra, que incluye un resumen sintetizado de la misma. Escrito por el maestro Francisco Gavidia.

Don Quijote y Sancho Panza

Análisis Filosófico Objetivo y Subjetivo

I. —El hidalgo Alonso Quijada, por efecto de sus lecturas de los libros de caballería, cambia su nombre, pues resuelve hacerse caballero andante.

II. —Don Quijote de la Mancha sale en seguida a buscar aventuras. Los lectores de Werther se mataban.

III. —Alonso Quijada no era más que un hidalgo y no tenía derecho a usar el DON. – El chiste de esa transgresión ha perdido su fuerza en América donde es libre el uso de tal tratamiento. Luego es armado de burlas caballero, en una venta. Su amor caballeresco pide a unos viajeros, por la fuerza, que proclamen la belleza de Dulcinea; arremételes, cáese de Rocinante, y es apaleado por un mozo de mulas.

IV. —Llévanle en consecuencia a su aldea, atravesado en un rocín.

V. —Sus amigos queman los libros de caballería, causantes de esas locuras. Otro fue el caso de Francesca y Paolo.

VI. —En la segunda salida de Don Quijote síguele ya su escudero Sancho Panza; ataca unos molinos de viento.

La Inducción es del todo desplazada por la Deducción.

VII. —Ataca después a unos frailes Benitos, a quienes dispersa.

Su galantería.

VIII. —Quiere averiguar quién es la dama de un coche cerrado, a quien supone secuestrada y por esto combate a muerte con un vizcaíno irascible y tan testarudo como él.

Su idealidad clásica.

IX. —Convidado a la cena de unos cabreros aprovecha la ocasión para pronunciar su discurso sobre la Edad de Oro. Aquí la sátira alcanza el clasicismo: podría haber incluido a Hércules entre los caballeros andantes: como Voltaire se extralimita a los vallados del Pindo.

X. —Contagiado empero, paga un tributo al clasicismo en la muerte de Grisóstomo, estudiante enamorado; la crítica reacciona desde este delicioso espiritualismo y la musa Inducción, que ordena la observación del mundo externo, asume una actitud aristofanesca.

XI. —El caballo de Don Quijote se desmanda con las yeguas de unos arrieros: sobreviene una disputa y Don Quijote es apaleado por los yangüeses (naturales de alguno de los pueblos que llevan el nombre de Yanguas en España). La reacción inductiva continúa:

XII. —Va a dar Don Quijote a una venta de la peor ralea. Envuelto por casualidad en la intriga de una moza desarrapada a quien cree princesa del castillo, a donde ha llegado, Don Quijote es aporreado por un arriero, y después recibe un candilazo de un cuadrillero.

Su Química y su Farmacopea.

XIII. —Para aliviar sus golpes que cree caballerescos, compone de acuerdo con lo leído en los libros de caballería, el bálsamo de Fierabrás. Bébenlo él y Sancho y les sobrevienen unas bascas que están a punto de echar las tripas.

Su apego a las rutinas caballerescas.

XIV. —Despídese Don Quijote: cóbrale el valor del hospedaje el ventero; niégase Don Quijote a pagar por razones de andante caballería, y el ventero y otros trúhanes se desquitan en el manteamiento de Sancho.

Su ardor guerrero.

XV. —En el camino combate Don Quijote con unos carneros.

XVI. —Nuevo ataque a unos encamisados que llevan un muerto.

XVII. —Espera toda una noche para combatir con unos que hacen un ruido espantoso, y resultan ser unos batanes.

XVIII. —Nuevo combate con un barbero cuya bacía cree que es el yelmo del héroe Mambrino.

Su humanitarismo.

XIX. —Suelta unos galeotes invocando el principio de la libertad.

Misticismo o Teología en el Amor.

XX. —Penitencia de Don Quijote en Sierra Morena en desagravio de Dulcinea del Toboso.

XXI. —Don Quijote deja la penitencia suplicado a que vaya a combatir por la Princesa de Trebizonda. Episodios de la venta. La historia de la mora como la del Curioso Impertinente, y otros pasajes proponen la novela de carácter o moral, tomada sobre la sociedad, en vez del agotado campo de la leyenda medioeval.

XXII. —Don Quijote combate con unos cueros de vino que cree que son los gigantes que oprimen a la princesa.

XXIII. —Llevan a su aldea a Don Quijote haciéndole creer que está encantado. Enferma de puro molido.

SEGUNDA PARTE

XXIV—Apenas se alienta, su primer proyecto y empresa es ir a ver al Toboso a su princesa imaginaria. No halla el palacio; pero la ve al paso, en el camino próximo, bajo la forma de una labradora, es decir, encantada.

XXV. —Encuentra Don Quijote el carro de la muerte: embístelo y dispersa por el campo a los charlatanes.

XXVI. —Llegado a un bosque, encuéntrase con un caballero andante como él, que tiene un escudero narigudo. El Caballero de los Espejos (su amigo Sansón Carrasco). Pero el Caballero de los Espejos es vencido por Don Quijote, quien reconoce en él y en su escudero a dos vecinos suyos, y Don Quijote atribuye el chasco a un encantamiento.

XXVI. —Desde que las buenas prendas de Quijano funcionan «a priori», el mundo exterior se empequeñece de veras ante su grandeza:

Encuentro de Don Quijote con el Caballero del Verde Gabán. Admirable juicio demuestra en asuntos de educación y letras: famoso discurso sobre la Poesía.

Su valor es absoluto.

XXVII. —Don Quijote hace abrir en son de desafío la jaula de un león que no le hace caso.

Nueva pintura de una novela de carácter en confrontación con la caballeresca que vive Alonso Quijada.

XXVIII. —Don Quijote asiste a la boda de Camacho el rico, paraíso de Sancho el escudero.

En este vasto plan de comedia pastoril el resorte es democrático. Vence el pobre al rico por su industria y buenas artes; lo cual no es precisamente el socialismo.

XXIX. —Baja a la cueva de Montesinos, donde ve cosas como en los libros de caballería y como en sueño. Aquí alcanza Cervantes, en su humorismo, una poesía, que sólo puede hallar paralelo en Las Aves de Aristófanes.

XXX. —Interviene en la guerra de unos títeres, tomando partido por los franceses.

Episodios de humorismo popular.

XXXI. —Interviene en la guerra de dos pueblos, guerra cuyos motivos son que el alcalde de uno de ellos remeda el arte de rebuznar en que sobresale el otro.

La reacción de su visión es tan falsa como elegante y pintoresca.

XXXII. —Don Quijote halla un barco en un río. Sube en él, y está a punto de perecer en la presa de un molino de harina.

En un vasto cuadro elegante la visión quijotesca es confrontada con el alto medio social. Véase cómo:

XXXIII. —Don Quijote da con un castillo, cuyos dueños, un duque chancero, y una duquesa de buen tono, se divierten oyendo sus discreteos y locuras, por muchos días. Allí se confrontan las dos grandezas, la una pragmática, pero gótica, inhumana, transitoria. La otra grandeza teórica, en demencia, pero humana, la de la humanidad que iba a ser del porvenir. Sancho Panza es nombrado gobernador de una isla imaginaria: la comedia alcanza aquí su mayor amplitud de donaire.

Mecánica y Cosmografía del hidalgo.

XXXIV. —Don Quijote sube a las estrellas como Astolfo, en el caballo Clavileño…

Nueva confrontación.

XXXV. —Don Quijote cae en poder de los bandidos de la banda de Roque Guinart, que no le hacen nada. Aquel iluso es algo rebelde y el bandido, lo es, otro tanto y de otro modo. Hueva confrontación.

XXXVI. —Divierte a unos señores en Barcelona. Tantas posiciones morales de Don Quijote hacen resaltar ésta que es puramente científica: ¡una cabeza parlante!

XXXVII. —Le desafía otro caballero andante: el Caballero de la Blanca Luna (el mismo de los Espejos bachiller Sansón Carrasco). Don Quijote es vencido y pronuncia las palabras heroicas famosas: «Dulcinea del Toboso es la más hermosa mujer del mundo y yo el más desdichado caballero de la tierra, y no es bien que mi flaqueza defraude esta verdad; aprieta, caballero, la lanza, y quítame la vida, pues me has quitado la honra»…

De nuevo se halla ante sí a priori o de nuevo es real y admirable.

XXXVIII. —Vuélvese a su aldea para cumplir su palabra de estar un año sin salir a buscar aventuras, cae enfermo, recobra el juicio, y muere.

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