Resumen de la Obra «Narrativa de la vida de Frederick Douglass»

Por Esteban Balmore
Cruz


Tipo de obra:
Relato autobiográfico.
Autor:
Frederick Douglass, originalmente llamado Frederick Bailey
(1818-1895).
Ubicación:
Maryland, Nueva York y Massachusetts, Estados Unidos.
Primera publicación:
1845.
Personajes principales:
         Frederick
Douglass
.
         Capitán
Anthony
,
el primer amo de Douglass y su presunto padre.
         Coronel
Lloyd
,
el esclavista más rico del condado de Talbot, Maryland.
        Thomas
Auld
,
un esclavista cruel e hipócrita.
        Hugh
Auld
,
un constructor de barcos de Baltimore.
        Sofía
Auld
,
esposa de Hugh Auld, quien inició a Douglass en la lectura y
escritura.
        Edward
Covey
,
un cruel y desalmado agricultor apodado «la Culebra».

La Narrativa
comienza con Douglass explicando que nació en el condado de Talbot,
Maryland, pero que desconocía la fecha de su nacimiento porque esa
información a menudo se la ocultaba a los esclavos, lo que fue
lamentable y molesto para él durante toda su vida. En raras
ocasiones veía a su madre y la identidad de su padre era
desconocida, aunque comúnmente se suponía que era su primer amo, el
capitán Anthony. Este Capitán era un dueño de esclavos
moderadamente rico y no era particularmente bondadoso o concienzudo,
por lo que raramente interfería cuando sus capataces trataban a sus
esclavos con brutalidad.

Anthony era el secretario
y superintendente del coronel Lloyd, uno de los esclavistas más
ricos de Maryland. Su plantación era conocida como la Granja de la
Casa Grande (the Great House Farm), donde vivió Douglass
cuando era muy joven. Los esclavos recibían pocas prestaciones y
tenían poco tiempo propio; muchos también eran cruelmente golpeados
por los capataces. Sin embargo, los esclavos en la granjas
periféricas hablaban muy bien de la Granja de la Casa Grande y
consideraban un honor ser enviados allí con encargos o recados.
Frederick Douglass detalla en su obra los suntuosos jardines de la
plantación del coronel Lloyd y proporciona más información sobre
las realidades de la esclavitud. Explica por qué los esclavos a
menudo elogiaban a sus amos: porque tenían miedo de que los blancos
a quienes hablaban informaran su insolencia y fueran castigados.
Douglass también escribió sobre la belleza salvaje y triste de las
canciones de esclavos y cómo sugirieron los horrores de la
esclavitud.

Douglass no tenía muchas
tareas en la plantación del coronel Lloyd, y con frecuencia
aguantaba frío y hambre. Afortunadamente, un día se anunció que
él, entre varios niños esclavos, había sido elegido para vivir con
el hermano del yerno de Anthony, Hugh Auld, en Baltimore. Douglass
atribuyó este evento fortuito a la intervención divina; él sabía
que Dios quería que un día escapara de las ataduras de la
servidumbre.

La nueva ama de Freferick
Douglass, la Sra. Sofía Auld, era amable y no había sido
contaminada con los efectos destructivos de la esclavitud. Ella se
negaba a tratarlo mal e incluso decidió que le enseñaría a leer.
Sin embargo, su esposo, sabiendo los efectos de enseñarle a un
esclavo a leer (intratabilidad, ingobernabilidad, desilusión) le
prohibió hacerlo. Douglass decidió entonces que continuaría el
aprendizaje de la lectura y la escritura por sí mismo; esto lo hizo
aprendiendo de los muchachos de la calle de Baltimore y usando los
cuadernos del hijo de los Aulds para practicar. También obtuvo una
copia del libro The Columbian Orator, que le proporcionó
escritos sobre la emancipación y una denuncia de la esclavitud.

Después de que el capitán
Anthony murió, sus propiedades, incluidos todos sus esclavos, fueron
divididos entre dos de sus hijos. Afortunadamente, Douglass pudo
permanecer con el amo Hugh, pero esto fue de corta duración: una
disputa entre Hugh y su hermano, Thomas, resultó en que Douglass
fuera enviado a vivir con este último. Él no estaba triste por
irse, ya que la bebida y la realidad de la esclavitud habían
arruinado al Sr. y la Sra. Auld, respectivamente, pero vivir con el
amo Thomas tampoco era agradable. Este señor era infame, cobarde,
cruel y virulentamente hipócrita en su fe. Él y Douglass no tenían
una buena relación, y este último fue enviado a trabajar en la
granja de Edward Covey, el famoso «Culebra» conocido como
el «domador» de esclavos.

Vivir con Covey fue el
punto más bajo de la vida de Freferick Douglass; era golpeado con
frecuencia de la manera más injusta posible, perdió su deseo de
leer y mejorar su intelecto, y su espíritu se quebró. Covey era un
hombre muy abominable; era dúplice, despiadado, voluble y capaz de
brutalidad salvaje. Un día Douglass estaba muy enfermo y no pudo
completar su trabajo. Esto llamó la atención de Covey, quien le
golpeó hasta que estuvo a punto de perder el conocimiento. Douglass
decidió viajar a la resifrncia del amo Thomas para rogarle que lo
protejiera contra Covey. Thomas no estaba dispuesto a hacer eso y
Douglass tuvo que viajar de regreso a la granja de su verdugo. En el
camino se detuvo en la casa de Sandy, esposa de un compañero
esclavo. Sandy le dio a Douglass una raíz especial y le prometió
que si mantenía esta raíz a su lado, nunca volvería a ser tocado
por un esclavista. Frederick se mostró escéptico pero tomó el
regalo.

Cuando llegó a la granja,
Covey una vez más se encontró con él y comenzó a golpearlo.
Douglass resolvió oponer resistencia esta vez, y durante más de dos
horas los ambos estuvieron trabados en combate. Frederick en realidad
no peleó contra Covey, pero físicamente resistió sus ataques.
Finalmente Covey retrocedió y el esclavo salió bien librado del
combate. Durante el tiempo que permaneció en la granja, Covey no lo
vplvió a tocar, y Douglass creía que era el deseo de mantener su
reputación lo que le impedía a su amo denunciarle. Este episodio
fue el momento culminante en la vida de Frederick y lo veía como el
momento en que pasó de ser un esclavo a ser un hombre.

Después de un año con
Covey, Douglass se fue a vivir a la granja de William Freeland, quien
llegó a ser el mejor amo que tuvo. Freeland era justo, honesto, les
daba a sus esclavos suficiente comida y herramientas, y no tenía
pretensiones de piedad. Frederick comenzó a asistir a una escuela
dominical donde se les enseñaba a leer y escribir a casi cuarenta
esclavos. Con el paso del tiempo, Douglass se hizo cada vez más
consciente de que estaba envejeciendo y que todavía era un esclavo,
y resolvió idear un plan para escapar. Varios de sus amigos
decidieron unirse al intento de fuga, a pesar de que todos eran
conscientes de los posibles peligros que les esperaban. Sin embargo,
el complot fue descubierto y el intento de fuga fracasó. Douglass y
sus amigos fueron encarcelados y su espíritu estaba profundamente
deprimido.

Finalmente fue liberado
bajo la custodia de Hugh Auld en Baltimore. Cuando regresó a la
ciudad, se le permitió ser contratado para aprender a calafatear
(impermeabilizar barcos). Su primera experiencia resultó en una
golpiza que le propinaron varios hombres blancos, temerosos de que
pudieran perder sus trabajos con los negros liberados. Frederick
Douglass fue a otro astillero y trabajó diligentemente, y pronto
estaba ganando buenos salarios, pero estaba amargado por tener que
entregarlos casi todos a su amo Hugh. Fue esta probada de libertad y
autonomía lo que revivió dentro de él aquel deseo de escapar, y
comenzó a formular un plan.

Para no despertar las
sospechas de su amo, trabajaba asiduamente para calafateo. Estaba
reacio a dejar a sus amigos en Baltimore, pero sabía que había
llegado el momento de intentar ir al norte. Finalmente, logró este
escape; sin embargo, no publicó ningún detalle en la Narrativa
para no poner en peligro a quienes le ayudaron o a quienes todavía
estaban esclavizados.

Llegó a Nueva York y
estaba jubiloso con su independencia. Sin embargo, casi de inmediato,
se sintió solo y perdido en la gran ciudad. Si no hubiera sido por
David Ruggles, un hombre que fue de gran ayuda para los esclavos y
los negros libres, habría tenido un tiempo mucho más difícil. Allí
pudo casarse con su amor, Anna Murray, y ambos decidieron mudarse a
New Bedford, donde era más seguro. Allí Douglass encontró trabajo
y se deleitó en la capacidad de mantener todo su salario y asumir
las responsabilidades de un hombre independiente. Incluso cambió su
nombre de Frederick Bailey a Frederick Douglass.

Douglass experimentó
algunos prejuicios trabajando en New Bedford. También comenzó a
leer el prominente periódico abolicionista, The Liberator, y
estaba asombrado de sus apasionadas denuncias de esclavitud. Un día
asistió a una convención contra la esclavitud en Nantucket y se le
pidió que hablara. Subió al escenario y, aunque estaba un poco
nervioso, pudo contar su historia. La Narrativa concluye con
su explicación de que ha estado haciendo esto (disertando) desde ese
memorable día.

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