Signos del Zodíaco: Libra

Libra

Esta constelación del zodíaco alberga el sol desde el 23 de septiembre al 22 de octubre. Al entrar en este signo el sol está en el punto medio del año astronómico. Su paso del hemisferio Norte al hemisferio Sur marca el equilibrio entre el edificio construido y las fuerzas que preparan su ruina, así como el de los días y las noches. Se lo representa por una balanza con su astil y sus dos platillos. Ese punto del justo medio alrededor del cual todo oscila es testimonio del balanceo entre el crepúsculo de un otoño exterior y la aurora de una primavera interior. En ese punto central, a cuya equidistancia se nivelan los dos platillos del motor y el freno, del impulso y la retención, de la espontaneidad y de la reflexión, del abandono y el temor, de la llamada y el retroceso delante de la vida, vemos sobre todo neutralizarse las fuerzas contrarias. De ahí surge un mundo de la media, de la mesura, de los semitonos, de los tonos y los matices. Es un universo de afinamiento que vemos presentarse en la simbólica del elemento Aire, de naturaleza sutil y etérea. El medio aéreo de Libra es al de Géminis lo que el lugar del corazón es al lugar de la mente. El yo se posa en él con otro distinto de sí, de igual valor, introduciendo el diálogo afectivo del tú y yo. El signo de las fétes galantes (que vemos representadas en los cuadros de Watteau, donde grupos de mozos y mozas disfrazados con atuendos de teatro se divierten) además está situado bajo la regencia de Venus, en asistencia de la cual Saturno aporta una nota de desapego y espiritualización. Se trata de la Venus Afrodita de las rosas de otoño, diosa de la belleza ideal, de la gracia del alma, de las sagradas nupcias: igualmente la de las suaves serenatas y de los delicados y elegantes.

Séptimo signo del zodíaco, enlazado con el simbolismo del número 7, signo de equilibrio sobre los planos cósmico y psíquico, Libra concierne a la legalidad y la justicia, sociales e interiores. Designa el equilibrio entre el mundo solar y la manifestación planetaria o entre el yo espiritual (el selbst de la psicología jungiana) y el yo exterior. Indica el equilibrio entre lo bueno y lo malo, un lado tendente hacia Scorpio (mundo de los deseos) y el otro hacia Virgo (sublimación). Símbolo de armonía interior y de comunicación entre la conciencia o la mente, por una parte, y lo inconsciente o la materia por otra. Representa la equidad universal y el espíritu de justicia, así como la armonía social y personal.

Fuente:

Diccionario de los símbolos
Jean Chevalier & Alain Gheerbrant.
(Traducción: Manuel Silvar & Arturo Rodríguez).

Sobre la ilustración en esta nota:

«Versión turca de las Maravillas de la creación, Virgo y Libra, Walters Manuscript W.659, fol. 23b» by Walters Art Museum Illuminated Manuscripts is marked with CC0 1.0

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