Dos Poemas Guerrilleros

Durante la guerra en El Salvador, la gente del pueblo se refería a la guerrilla como «los muchachos», para diferenciarlos de los soldados del gobierno, a quienes llamaban «los cuilios». De una pequeña antología titulada Poemas y fusiles, que recoge poesía escrita por elementos de la guerrilla (la mayoría sin firma), se han seleccionado estos dos poemas.



LOS MUCHACHOS

Incansables
permanentes caminantes de pies encallecidos;
los que pasaron bajo la lluvia o el sol ardiente
a la luz de la luna o en la noche más larga,
aquéllos a quienes les ladran los perros
en las humildes casas del pueblo,
los que todos oyen que pasaron
pero nadie ha visto nada,
los de mochila al hombro,
adolescentes y maduros,
mujeres y hombres,
de vida sencilla pero intensa
pensamiento firme
las manos en el fusil
y las ideas sobre las manos.

Aunque no todos pueden serlo ya,
pero así nos dicen
con el corazón en la palabra
así nos llama el pueblo,
sí,
por aquí pasaron
por allá van…
LOS MUCHACHOS.

MICOLOGÍA APLICADA
(Con mucha imaginación por supuesto)

Los gobernantes titerizados y sus gobiernos,
son algo así
como los hongos alucinógenos,
crecen y se desarrollan mejor
cuando en su medio
hay más….
¡MIERDA!

Fuente:

El Salvador: Fusiles y Poemas
Ediciones Roque Dalton, 1990.

Los Mejores Relatos del Género Policíaco (III)

Aquí se presenta un listado de algunos de los mejores relatos del género policíaco, detectivesco, de investigación policial, o, simplemente de la inventiva del crimen. Se ofrece una muy breve descripción del caso que aborda cada relato para despertar el interés en su lectura, y su orden no sigue ningún criterio predefinido. Para las personas que gustan de este género literario, resultará útil como una pequeña guía que irá siendo publicada por partes. No hace falta decir que cada historia debe leerse (en la medida de lo posible) desde la perspectiva del tiempo en que fue escrita. 


Los Mejores Relatos del Crimen

Justicia rústica (John Faulkner 1901-1963)

Un sumiso esposo, incapaz de matar una mosca, pero agobiado por el carácter opresivo de su mujer, a quien ha tolerado durante veinte años, decide deshacerse de ella.

Boomerang (André-Paul Duchateau 1925-2020)

Un vengativo ladrón de oficio, recién liberado de prisión, acude a un compinche de tiempos anteriores con el que guarda resentimientos y le convence para que le proporcione una coartada que cubriría el lapso de las horas en que cometería un robo de joyas valiosas. Su verdadera intención es dejar evidencia que inculpe a su socio y denunciarle ante la policía. Pero lo que ocurre es algo que nunca se lo hubiera imaginado.

Una historia de fantasmas (Henry Kane 1908-1988)

Aunque la historia que Sylvia Troy le cuenta al detective Peter Chambers, sobre un fantasma asesino, le resulta a él inverosímil, no hay duda de que los muertos son reales.

Culpable inocente (Amadeo Ferrés Marsal)

Pedro Girbau, un hombre de negocios y esposo bueno y sumiso, descubre con pesar que Lina, su cónyuge 15 años menor que él, le engaña manteniendo una relación amorosa con su profesor de baile, el gran bailarín Eduardo Rey. Frío y calculador, como todo buen hombre de negocios, espera la oportunidad más propicia para cobrarse el precio del sufrimiento que tiene que padecer por mucho tiempo, ya que él realmente estaba profundamente enamorado de su esposa.

Doble enigma (Inglis Carter 1930-1988)

El inspector Bruce Carroll y su joven ayudante, Henry Blayne, están conduciendo una dificultosa investigación referente a una serie de robos de valiosas joyas, con el objetivo claro de identificar y atrapar a los responsables. Paralelamente al desarrollo de la investigación, el jefe y su ayudante están viviendo situaciones románticas distintas. Mientras el inspector Carroll está pasando por un deterioro progresivo en la relación con su esposa, una mujer hermosa 12 años menor que él; el agente Blayne vive momentos de excitación al haber conocido a una mujer misteriosa, pero bella, de la que se enamora con mucha rapidez. Tanto el inspector como su ayudante se tienen mutuo aprecio y esto quizás sea el elemento determinante para la solución del doble enigma que plantea la historia, además de la solución del caso que les ocupa de una forma bastante creativa.

Humo en el corazón (Antonino González Morales 1930-1988)

El joven Pietro Malgeri emigra de Nápoles a Nueva York en busca de mejor fortuna y recibe la protección de Thomas Halley, un hombre rico amigo de su padre de tiempos de la guerra. Halley es un cincuentón que está casado con Caroline, una muy atractiva mujer que es muchos años menor que él. Rápidamente Pietro se convierte en el hombre de confianza de Halley y en el objeto de la seducción de la tentadora Caroline. Creyéndose muy enamorados, los amantes planean la muerte de Halley y los hechos que se suceden revelan un siniestro personaje que hasta entonces no tenía prominencia.

Bonifacio, el tímido (Luis Arrizabalaga)

Bonifacio, un joven aparentemente tímido pero bien presentable, se presenta a la oficina de un rico hombre de negocios para aplicar a la posición de secretario privado. Para obtener el empleo debe depositar una elevada fianza, pero su salario será también relativamente elevado. Es la joven y bella esposa del rico empresario la que saca a relucir la timidez de Bonifacio, aunque al final tanto ella como su esposo se llevarán un gran sorpresa.

Su único testigo (Luis Arrizabalaga)

Desde la ventana del apartamento-estudio de su amante ausente, una mujer presencia las secuencias de un crimen que se comente en el edificio de enfrente, pero alguien logra verla e identificarla, por lo que se verá obligada a prestar testimonio y revelar ante todos su infidelidad matrimonial.

La tragedia de Mr. Higginbotham (Nathaniel Hawthorne 1804-1864)

Un vendedor ambulante, conduciendo un carruaje tirado por una yegua y comerciando cigarros y tabaco, encuentra en su desolada ruta a un vagabundo andando a pie, quien le cuenta con varios detalles el supuesto asesinato de un hombre ya mayor que es muy conocido en los pueblos de la comarca, por ser él, una persona de negocios. El vendedor de tabaco de nombre Dominicus Pike, era una persona de excelente carácter, jovial, ingenioso y hábil en su oficio, y difundió la noticia con añadidos descriptivos en los pueblos que iba visitando, hasta el punto que llegó a ser publicada en un pequeño periódico local. Aunque en esta historia no se encuentra ninguno de los elementos que componen un relato policíaco, excepto la supuesta comisión de un crimen, constituye un cuento bastante divertido de lo que sería un antiguo ejemplo precedente de lo que en la actualidad se conoce como «noticia falsa» (fake news), aunque al final se descubre que tenía a la base un tétrico origen real.


Los Gobernantes más Impopulares del Mundo


Aunque los fanáticos de la derecha mundial podrían esperarse que en esta lista estuvieran a la cabeza presidentes de gobiernos progresistas, la encabezan gobernantes de países desarrollados donde, no solo las restricciones insoportables justificadas en la pandemia de la COVID-19, sino también otro tipo de medidas que incluyen la intervención en asuntos de otros países y una linea de política internacional guerrerista, les hace antipáticos ante la mayoría, no solamente en sus naciones, sino igualmente a nivel internacional

Una encuesta realizada por Morning Consult, una empresa de inteligencia de datos con sede en Estados Unidos, reveló que el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, es actualmente el líder mundial más impopular. Los resultados del muestreo, que se publicaron la semana pasada, ubicaron a Johnson en el último lugar de una lista de 13. Su índice de aprobación neto ahora es de -43, con solo el 26% de las personas apoyando al asediado primer ministro.

Entre otros líderes en la parte inferior de la mesa estaban el presidente francés Emmanuel Macron, con puntaje de -25, y el brasileño Jair Bolsonaro, con -19. El primer ministro indio, Narendra Modi, fue clasificado como el más popular por los encuestados, obteniendo un índice de aprobación neto de 50. El tamaño promedio de muestra de Morning Consult es de alrededor de 45,000 en los Estados Unidos., mientras que el mismo oscila entre 3,000 y 5,000 en otros países.

La firma sondeó opiniones en algunas de las democracias más desarrolladas del mundo. No se encuestaron, sin embargo, las opiniones sobre el presidente ruso Vladimir Putin y el líder chino Xi Jinping.

El índice de aprobación de Boris Johnson alcanzó su punto máximo durante el primer confinamiento en 2020, pero se ha reducido considerablemente en las últimas semanas, tras el escándalo de ‘Partygate’. Está acusado de violar las restricciones de contagio de COVID-19 impuestas por el gobierno y enfrenta llamados a renunciar. Se disculpó por sus acciones y pidió al público y a sus compañeros que esperaran los resultados de una investigación interna sobre si realmente violó las reglas.

Por su parte, el presidente estadounidense Joe Biden, que pasa por la más baja calificación entre el electorado de su país, aparece en la misma encuesta con nivel de desaprobación de 49 %. El presidente se debate entre la necesidad de satisfacer a un sector de votantes de ultraderecha, amantes del intervencionismo guerrerista expansionista de Estados Unidos, y la complacencia a los sectores progresistas propulsores de la paz mundial que le dieron su voto con el objetivo de derrotar al desagradable Donald Trump, y que ahora ven, con preocupación, cómo el país se lanza en una aventura de incalculables consecuencias en Ucrania, confrontando a la potencia con el mayor arsenal nuclear, la paciente Rusia, que ha empezado a dar muestras de que esa paciencia tiene un límite.


He aquí un gráfico de la encuesta:

(La gráfica se puede agrandar haciendo «click» en ella)

Beatos Desde Hoy de la Iglesia Católica de El Salvador

Hoy, sábado 22 de enero de 2022, serán beatificados los sacerdotes Rutilio Grande y Cosme Spessoto, además de a los laicos Nelson Rutilio Lemus y Manuel Solórzano, quienes fueron asesinados entre 1977 y 1980. El vaticano reconoció su martirio por odio a la fe. En una ceremonia, que dará inicio a las cinco de la tarde, el cardenal salvadoreño, Gregorio Rosa Chávez, presidirá la beatificación, a que la Iglesia Católica de El Salvador espera la asistencia de 6,000 personas.

El padre jesuita Rutilio Grande fue asesinado el 12 de marzo de 1977, en el perido previo a la guerra (1980-1992), junto con Manuel Solórzano, de 72 años, y Nelson Rutilio Lemus, de 16. Se dirigían a El Paisnal, donde el padre Tilo, como lo conocía la gente, iba a oficiar una misa en honor a San José. Al lado del camino los esperaban hombres fuertemente armados, quienes ejecutaron el asesinato.

Al fray Cosme Spessotto lo asesinaron el 14 de junio de 1980, cuando estaba hincado sobre un reclinatorio, orando ante el Santísimo Sacramento. Para ese entonces, el sacerdote italiano, quien tenía 27 años de misión pastoral en El Salvador, ya había sido nombrado párroco en la que ahora es la catedral de Zacatecoluca.

En febrero del 2020, el papa Francisco aprobó el decreto que reconocía su martirio, y autorizó la causa de los santos para promulgar los decretos necesarios que darían paso a la beatificación.

Esta es la segunda beatificación en El Salvador, luego que el 23 de mayo de 2015, la misma plaza de Las Américas, conocida como Divino Salvador del Mundo también fuera el escenario para la beatificación del ahora san Óscar Arnulfo Romero y Galdámez.

Los Mejores Relatos del Género Policíaco (II)

Aquí se presenta un listado de algunos de los mejores relatos del género policíaco, detectivesco, de investigación policial, o, simplemente de la inventiva del crimen. Se ofrece una muy breve descripción del caso que aborda cada relato para despertar el interés en su lectura, y su orden no sigue ningún criterio predefinido. Para las personas que gustan de este género literario, resultará útil como una pequeña guía que irá siendo publicada por partes. No hace falta decir que cada historia debe leerse (en la medida de lo posible) desde la perspectiva del tiempo en que fue escrita. 


Los Mejores Relatos del Crimen


El preso de la celda número 13 (Jackes Futrelle 1875-1912)

El brillante profesor Augusto Van Dunsen, también conocido como «La Máquina Pensante», demuestra con precisión cómo es posible escapar de una prisión de máxima seguridad al dejarse encarcelar voluntariamente sin más requerimientos que polvo dentífrico, dos billetes de cinco y diez dólares, y un lustre para sus zapatos. Encerrado en una celda de las que albergan a los condenados a muerte, y tratado de igual manera que un sentenciado, «La Máquina Pensante» debe ingeniárselas para cumplir su promesa de escapar en el periodo de una semana.

La desaparición de la señora Fraser (Sir Basil Thomson 1861–1939)

Recién llegando procedente de Roma a París junto con su hija Mary, la señora Fraser se enferma y es desaparecida mientras Mary es enviada en busca de una receta. Se sospecha que la señora puede haber sido secuestrada por la mafia italiana, pero los verdaderos responsables son los más insospechados, aunque emplearon los mismos métodos de los más avezados mafiosos.

La pobre Gertrudis (Roy Vickers, 1889-1965)

Una atractiva mujer de finales de la era victoriana, a punto de convertirse en una «solterona», recibe una proposición de matrimonio por tercera vez, después de haber estado a punto de casarse en dos ocasiones anteriores. Todo parece indicar que la tercera será la vencida, pero su desafortunado destino está determinado por algo de lo que no es consciente.

Una mujer de principios (Roy Vickers, 1889-1965)

Una inteligente joven de nombre Margaret, hija de una viuda fanática adepta del movimiento para la abolición de la pena de muerte, después de fallecida su madre, invita a vivir con ella a otra muchacha recién llegada a la ciudad y se convierten en buenas amigas. Esta muchacha pronto encuentra un novio de quien habla en muy buenos términos con su amiga, aunque el tipo nunca acepta invitaciones a cenar con las jóvenes. Margaret tiene fantasías con el novio de su amiga, aún después que descubre que fue él quien la asesinó. Utilizando como arma de chantaje la única evidencia que podría inculparle, Margaret obliga al asesino a casarse con ella, sin imaginarse las consecuencias que tendrán sus esfuerzos por reformarle.

Como quien dice (David Kasanof)

Un valentón hace todo tipo de bromas pesadas a un compañero de trabajo a quien considera físicamente inferior y con menor imaginación, convirtiéndole en el hazmerreír del resto de empleados, incluyendo el jefe. Demasiado tarde se da cuenta de que su víctima ha empleado sus propias armas para deshacerse de él sin que nadie lo sospeche.

Maquinación en la carretera (Johny Ward Hawkins 1910-1978)

Un joven de diecisiete años se ve involucrado en un accidente del cual no es culpable, aunque nadie le cree. Para demostrar su inocencia debe a toda costa encontrar al único testigo que presenció el percance, pero también tiene que enfrentarse a la poderosa influencia del rico esposo de la mujer que salió gravemente lesionada a consecuencia del choque.

Reembolso (Richard Deming, 1915-1983)

Un abogado honesto que estuvo al servicio de un hombre rico, quien siempre se salía con la suya gracias a su dinero, y quien fuera muerto «accidentalmente», cree haber descubierto que en realidad su empleador fue asesinado por alguien que decidió actuar con la misma lógica con que se conducía el fallecido millonario.

Un abono excelente (Robert Graves, 1895-1985)

El matrimonio Elsie y Roland Hedge se ven fuertemente impresionados por los conocimientos avanzados de agricultura sostenible del doctor Eugen Steinpilz, quien se autodenomina Filósofo Naturalista. La pareja de casados adopta los conocimientos del doctor para implementarlos en su propia granja, pero yendo más allá de lo aprendido.

Visita a la gran ciudad (Michael Zuroy, 1918-2007)

Dos primos que trabajan juntos una granja, y que nunca en su vida han visto una gran ciudad más que en la televisión, deciden viajar a Nueva York, y pasarse una temporada viviendo a lo grande, como viven los ricos, sin que les cueste nada, o casi nada.

Caza del hombre en el Dead Yank (Robert Edmond Alter, 1925-1966)

Un joven excazador de cocodrilos vivos, con la ayuda de su mentor en el oficio, intenta evadir la persecución de las autoridades después de haber escapado de la cárcel, en donde cumplía una condena por haber asesinado de un puñetazo a un tipo borracho que le atacó con un cuchillo.


Los Mejores Relatos del Género Policíaco (I)

Aquí se presenta un listado de algunos de los mejores relatos del género policíaco, detectivesco, de investigación policial, o, simplemente de la inventiva del crimen. Se ofrece una muy breve descripción del caso que aborda cada relato para despertar el interés en su lectura, y su orden no sigue ningún criterio predefinido. Para las personas que gustan de este género literario, resultará útil como una pequeña guía que irá siendo publicada por partes. No hace falta decir que cada historia debe leerse (en la medida de lo posible) desde la perspectiva del tiempo en que fue escrita. 

Los Mejores Relatos del Crimen

Sangre de actor (Ben Hecht, 1893-1964)

La famosa actriz Marcia Tillayou, hija del otrora destacado actor Maurice Tillayou, fue encontrada muerta en su departamento con tres balazos en el cuerpo, uno de los cuales le había atravesado el corazón. Al momento de su muerte, la carrera de la actriz estaba en decadencia, y tal vez estaba deprimida, pero el suicidio es descartado rotundamente por los investigadores policiales ya que la escena del crimen claramente apunta a un brutal asesinato. Debido a que Marcia Tillayou tuvo numerosas relaciones amorosas, son numeroso los sospechosos de su muerte, pero no será sino su padre quien revelará, a través del montaje estupendo de un último acto teatral, la verdad de su trágico final.

El cuadro de Greuze (Freeman Wills Crofts 1879-1957)

El agente de comisiones londinense Nicolás Lumley, recibe en su despacho al supuesto comerciante de maderas estadounidense Silas S. Snaith, quien le convence de que interceda por él en la compra de un cuadro que forma parte de un díptico del cual ya posee uno. El cuadro en cuestión está en posesión del lord Arturo Wentworth, quien, afirma el comerciante maderero, no se rehusará a venderlo por una buena suma, y el agente Lumlay recibirá a cambio una cuantiosa comisión. El verdadero interés del comprador por el cuadro se descubre hasta el final del relato.

¿Sigue mi camino? (John Harmon Coxe 1901-1984)

Un joven conductor de furgón, acompañado de su novia con quien proyecta casarse, se ve forzado, por los ruegos de su prometida, a recoger a un hombre que les hace parada a un lado de la desolada carretera. Han recorrido ya más de la mitad de un trayecto que durará en total dieciocho horas. El tipo que recogen resulta ser un convicto asesino que ha escapado de la prisión, y por quien las autoridades ofrecen $3,000 de recompensa. ¡Y el tipo estaba armado!

El simulador (Stuart Palmer 1905-1968)

Un rico inversionista a quien llaman «El Brujo de Wall Atreet», es objeto de varios y diversos atentados de asesinato, pero él mismo se encarga de descartar a varios de los sospechosos, hasta que se descubre al verdadero responsable, aunque después de que hubo asesinado a una persona.

El caballero de París (John Dickson Carr 1906-1977)

Un caballero parisiense llega a Nueva York con el objeto de convencer a una rica anciana a punto de morir que modifique su testamento y herede a su hija lo que le corresponde. Aunque a última hora la anciana accede a modificar el documento, este se pierde durante la noche y no puede ser encontrado porque la moribunda anciana ha perdido el habla y solo puede comunicarse con el movimiento de sus ojos.

Los cuatro amigos del doctor (George Joseph)

Un grupo de amigos se reúne como de costumbre en la casa del Doctor Melanión para jugar su partida de ajedrez. Los cuatro asistentes son sorprendidos cuando el doctor les informa que su esposa le ha abandonado y que una de las copas que acaba de servirles contenía veneno. Ya que él sospecha que el amante de su esposa se encuentra entre el grupo, la única manera en que proveerá el antídoto a quien haya ingerido el veneno, será que el culpable se descubra a sí mismo. No obstante, el resultado es lo menos esperado.

El fugitivo y los clérigos (J. S. Fletcher 1863-1935)

Un criminal fugado de la cárcel, que antes había sido un inteligente hombre de mundo, se introduce en una iglesia y roba las ropas de un obispo con las que se disfraza para burlar a sus perseguidores. Su plan marcha de maravillas hasta el punto que un verdadero obispo es arrestado al ser confundido con el fugitivo, aunque esto mismo derivará en un resultado que él no se esperaba.

El hacha de oro (Gaston Leroux 1868-1927)

Un grupo de huéspedes de un hotel en el pueblo de Gersau, colaboran para comprar un regalo (una pequeña hacha de oro) para una dama ya mayor que les ha sorprendido a todos entreteniéndoles con excelentes interpretaciones musicales tocando el piano, como una muestra colectiva de agradecimiento cuando se disponen ya a partir de regreso a sus respectivos lugares de residencia. Al encontrarse la dama ausente el día de la partida de la mayoría del grupo, encargan al narrador de la historia el hacha de oro para que la entreguen a la dama, cuyas pertenencias continuaban en el hotel. En la víspera de su propia partida, el narrador localiza a la dama y expresándole afectuosamente el aprecio de todas las personas que habían disfrutado de su música, le hace entrega del presente que le encargaron. La dama, sin embrago, se horroriza al ver el hacha de oro y la arroja al lago a cuyas riberas se encuentran. Momentos después se disculpa y narra la historia que explica el motivo de su perenne tristeza y la aversión que le provocó el objeto regalado.


La Mayoría de Salvadoreños no Usan Bitcóin

En una reciente encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), se revela que tres cuartas partes de los salvadoreños no usan el bitcóin para comprar o pagar. Además, un 74.3 % de encuestados dice nunca haber utilizado alguna vez el bitcóin para comprar o pagar algo en el periodo comprendido entre septiembre, mes que inició la vigencia de la criptomoneda, y diciembre de 2021.


Solamente el 25.7 % dijo haber usado la criptomoneda, de acuerdo a la consulta realizada del 7 al 17 de diciembre de 2021 a 1,298 personas, y que presenta un error muestral de 2.72 % con un nivel de confianza del 95 %. El bitcóin es una criptomoneda de curso legal en El Salvador desde el 7 de septiembre del año recién pasado. Su ley fue aprobada el 8 de junio por diputados del partido oficialista Nuevas Ideas, a pesar de la impopularidad de la medida.

Asimismo, más de la mitad de la población (56.6 %) ha obtenido la billetera virtual Chivo, pero la mitad de esta (55.1 %) la usó únicamente en una ocasión para cobrar los $30.00 entregados por el Gobierno que pretendía con ese bono incentivar el uso de bitcóin. De quienes han descargado la billetera virtual Chivo, un 36.3 % la usa con diferente frecuencia, ya sea diariamente, dos o tres veces por semana, o una vez al mes. Es decir, que el porcentaje de usuarios permanentes diarios es muy bajo.

En la consulta, el Iudop preguntó a la persona encuestada si alguna vez pasaron por su casa de forma intimidatoria para decirle que descargara la billetera Chivo y obligarle a transferir sus 30 dólares, a lo que un 2.3 % respondió afirmativamente. Según el estudio, la mayoría de habitantes tienen desconfianza a esta nueva moneda. Solo 14 % de salvadoreños dicen tener mucha confianza en el bitcóin, que sumado a quienes expresan tener alguna confianza, suman 27.3 %. Por otra parte, las personas que le tienen ninguna (34.8 %) o poca confianza (35.3 %) totalizan 70.1 %. A pesar de la desconfianza, la población que está a favor de la derogación de la ley bitcóin disminuyó de 66.7 % al 48.5 %. Sin embargo, el 97.5 % aclaró que su uso debería ser voluntario.

En cuanto a quién se beneficia con la criptomoneda, según la población, los principales beneficiados son los ricos (25.6 %), el Gobierno (20.5 %) o los inversionistas extranjeros (19 %), y solamente 10.9 % sostiene que la población en general será beneficiada. Añadido a esto, un 61.2 % dijo estar en desacuerdo o muy en desacuerdo con la decisión del Gobierno de gastar dinero público para promover o impulsar el uso del bitcoin en El Salvador.


Las Cebollas que no te Hacen Llorar

Una de las actividades más satisfactorias de la vida es cocinar la comida que se come. Pero como la mayoría no somos chefs, o provenimos de regiones donde esta estimulante actividad está reservada a las mujeres, cocinar es un interesante e interminable proceso de aprendizaje. Muchas personas no saben cómo se descascara un diente de ajo o cuánto tiempo hay que hervir los huevos para que cedan fácilmente la concha. Yo mismo, cuando al fin me decidí a cocinar, desconocía esas cosas y otras tan básicas y sencillas como es la preparación del arroz o cómo cortar una cebolla sin que produzca mucho lagrimeo. Claro, en nuestra sociedad de consumo irracional hasta el colmo, la mayor parte de las personas consideran esto muy irrelevante, porque están convencidas que sus actividades son tan extraordinarias que dedicar tiempo a estas cosas es un enorme desperdicio de tiempo. No es sino hasta que conocemos aspectos genéricos de los restaurantes, de las comidas procesadas, o del coste económico de comer siempre fuera, cuando consideramos la opción de empezar a preparar nuestra propia comida. O, para el caso actual, no ha sido sino debido a los confinamientos derivados de la pandemia de la COVID-19, que muchos empezaron a conocer la cocina, sus utensilios y los deleites psicológicos que ofrece.

Algunas partes de la actividad de cocinar puede resultar desagradable a muchos principiantes, pero una vez que se aceptan como incomodidades menores, o se aprenden “trucos” para superarlas, el asunto está resuelto. Una de estas es el cortado de la cebolla, el cual normalmente genera una irritación pasajera pero fuerte en los ojos, provocando un lagrimeo instantáneo, aunque hay varios métodos de evitarlo sin detrimento de la calidad natural del producto. Y es a propósito de esto que últimamente se ha conocido la siguiente información:

Cebollas ‘sin lágrimas’ saldrán a la venta en el Reino Unido por primera vez


Se necesitaron más de 35 años de mejoramiento para desarrollar una nueva variedad de cebolla de marca; las primeras cebollas dulces y sin lágrimas que salen a la venta. Estas, que ya están disponibles en los Estados Unidos, finalmente se venderán en el Reino Unido, según The Independent.


“Muchas personas han tratado de aprender cómo dejar de llorar al cortar cebollas: congelándolas , remojándolas en agua, cortándolas de cierta manera, usando una cuchara, la lista es interminable, pero desafortunadamente, todavía te hacen llorar. Todo eso ha cambiado ahora, gracias al desarrollo de Sunions por parte de BASF”, dijo Nasir Ahmed, gerente de clientes y consumidores del Reino Unido de la división de semillas de hortalizas de BASF, según lo citado por Fresh Produce Journal. En el Reino Unido, Waitrose comenzará a vender la nueva variedad a partir del 18 de enero durante un período de tiempo limitado.


«Perfecto para aquellos con ojos sensibles, así como para cocinar en la cocina con niños», dijo Waitrose.


Esta cebolla será más cara que la habitual, 50 peniques por cebolla en lugar de los 14 peniques de una cebolla típica, según Sky News. Según los informes, las cebollas fueron desarrolladas por primera vez por el gigante agrícola Bayer; posteriormente, el proyecto fue asumido por la empresa química BASF. Se dice que las cebollas se crearon mediante el cruce de cepas de cebolla menos picantes a lo largo de décadas.


La pregunta que surge de esta información es la siguiente: ¿Queremos los productos tal y como nos los brinda la naturaleza, o los queremos como los modifica el capitalismo insaciable?

En Estados Unidos la mayoría de comestibles son o contienen derivados de productos GMO (Organismos Genéticamente Modificados), y no hay manera de saberlo, porque las transnacionales que los producen son tan poderosas que han evitado la aprobación de leyes de etiquetación que clarifique su procedencia o contenido.

La actividad de cocinar nos permite ocuparnos un poco más por conocer qué es lo que comemos para bien de nuestra salud.

Los Cuatro Amigos del Doctor

Por George Joseph

–BIEN, caballeros. —El doctor Carol Melanion frunció sus delgados labios en una mueca que quería ser una sonrisa, pero sus ojos se mostraban fríos e inexpresivos—. Antes de sentarnos a jugar la acostumbrada partida de póker, vamos a cumplir con nuestro rito habitual.

—Se encaminó lentamente hacia el aparador de caoba, lleno de botellas y vasos.

—Oporto para usted, Carmody, coñac para Pascoe, ginebra para Taylor, jerez para Kuhn… Por mi parte, voy a permitirme un trago de whisky completamente puro.

Mientras llenaba los vasos, murmuró como para sí mismo:

—Resulta un poco extraña la diversidad de nuestros gustos en lo que respecta a la bebida, siendo así que tenemos tanto de común en otras cosas.

Kuhn inquirió, con el pronunciado acento germano que lo caracterizaba y que no había conseguido perder en los cuarenta años que llevaba residiendo en los Estados Unidos:

—¿Dónde está Loris, nuestra belle Hebe?

Acercándose a los reunidos con la bandeja que contenía los vasos, Melanion respondió:

—Loris salió esta tarde para Chicago. Ha ido a casa de su hermana. Ello me convierte en un soltero, amigos míos, y me pone al corriente con las normas de nuestro pequeño círculo. Tal como hacía en los viejos tiempos, yo actuaré de Hebe.

Cinco años antes, Melanion había asombrado a sus amigos casándose repentinamente, con la cantante de un club nocturno, una muchacha treinta años más joven que él. Sin embargo, el inesperado matrimonio de Carol Melanion no había afectado para nada la partida de póker que jugaba semanalmente con sus cuatro amigos, partida en la que se cruzaban importantes apuestas.

Melanion alzó su vaso en un silencioso brindis y apuró su contenido de un solo trago. A continuación se enjugó los labios con un pañuelo de seda y su mirada vagó pensativamente de uno a otro de sus huéspedes. Pascoe fue el último en terminar con su bebida, y Melanion, tras haber tomado el vaso de sus manos, prosiguió:

—Caballeros —y su voz estaba totalmente desprovista de emoción—, antes de que nos sentemos a jugar nuestra partida he de hablarles de algo.

Tomó un cigarrillo de una caja de madera labrada que estaba sobre la mesa y lo encendió con un mechero de oro. Aspiró con voluptuosidad el humo y lo expelió formando un anillo perfecto que fue disolviéndose lentamente en el aire.

Tras aquella breve pausa, Melanion añadió:

—Sí, caballeros, Loris me ha dejado. Vamos a divorciarnos. —Los cuatro hombres se miraron unos a otros, desconcertados por la sorprendente revelación de su anfitrión. Este, imperturbable, prosiguió—: Como ustedes saben, soy un hombre rico. Loris no tendrá dificultad en obtener una buena renta en concepto de pensión alimenticia, cosa que lamentaré en el alma. Pero, por desgracia, no dispongo de base legal para acusarla de adulterio.

—¿Cómo han llegado las cosas a ese extremo? —preguntó Pascoe en tono intrigado.

—De eso iba a hablarles, Pascoe. Desde hace algún tiempo venía sospechando que Loris me estaba engañando. La pasada noche le comuniqué abiertamente mis sospechas y le dije que aquella situación no podía prolongarse. Pues bien, caballeros, Loris admitió que eran ciertas, aunque se negó a revelarme el nombre de su amante.

Aplastó el cigarrillo contra el cenicero y miró fijamente, uno a uno, a sus cuatro amigos. Y a continuación soltó la bomba:

—¡Tengo motivos para creer que el amante de Loris es uno de ustedes!

—Lo que insinúa es absurdo, Melanion —replicó Kuhn en tono desabrido.

—Lo mismo creo yo —convino el doctor, sin perder su impasibilidad—. No acierto a comprender cómo Loris pudo preferir uno de ustedes a mí mismo.

—Y, ¿de quién sospecha? —murmuró Taylor.

—Comprenderá que me lo reserve, pues admito la posibilidad de error. De modo que me he permitido efectuar una pequeña prueba. Hace unos instantes, cada uno de ustedes ha ingerido una bebida. Uno de los vasos, el del hombre de quien sospecho, contenía veneno. Un veneno de mi propia invención, que actuará dentro de quince minutos. Por lo tanto, pasado un cuarto de hora ese hombre morirá, a menos…

Hizo una dramática pausa que interrumpió Carmody para preguntar, con voz temblorosa:

—¿A menos… qué?

—A menos que el culpable confiese su falta, uno de ustedes morirá. Reconozco que sería una verdadera tragedia que mis sospechas estuvieran mal dirigidas y hubiese puesto el veneno en el vaso de un inocente. —Su brazo se tendió hacia el aparador, señalando un pequeño vaso que contenía un líquido blancuzco—. Aquello es el antídoto —explicó—. En cuanto uno de ustedes confiese, el caballero cuya bebida estaba envenenada podrá tomarse el antídoto. —Miró su reloj y añadió—: Disponen ustedes de doce minutos, exactamente. Pasado ese tiempo, el antídoto perderá toda su eficacia.

Kuhn, con el rostro descompuesto, dijo:

—Quiero creer que todo esto es una broma, Melanion. Una broma de mal gusto.

Melanion replicó tranquilamente:

—De ningún modo, amigo mío. Estoy hablando completamente en serio.

—Entonces, es que se ha vuelto loco —gruñó Taylor.

—Vamos, Melanion —intervino Carmody en tono conciliador—, vuelva usted a la realidad… y juguemos nuestra partida como si no hubiera pasado nada.

—Les repito que no se trata de ninguna broma y que estoy en mi juicio —insistió el doctor.

—Carol —murmuró Pascoe—, le conozco a usted desde hace muchos años y creo…

No terminó de expresar su pensamiento, viendo que Kuhn avanzaba hacia su anfitrión con un peligroso brillo en los ojos.

—Les advierto que la violencia no haría más que empeorar la situación —afirmó tranquilamente Melanion, y Kuhn se detuvo—. Además, he de comunicarles que el teléfono está…, bueno, digamos estropeado. Disponen ustedes ahora de… —miró otra vez el reloj— diez minutos y treinta segundos.

Señaló de nuevo el vaso colocado sobre el aparador y que contenía el antídoto.

—Ahí está el antídoto —dijo—. El precio no es demasiado… demasiado…

De repente, su rostro palideció y se contrajo como un arrugado pergamino. Llevándose las dos manos a la garganta, exclamó:

—¡Loris! —Las palabras salieron trabajosamente de sus labios—. No debí beber whisky…, no debí hacerlo. La sorprendí con la botella en la mano. Pero, ¿cómo podía sospechar…?

Pesadamente, trató de dirigirse al aparador, con la mano tendida hacia el pequeño vaso que contenía el líquido blancuzco. Pero, antes de conseguirlo, se derrumbó sobre la alfombra y quedó inmóvil.

Los cuatro hombres se inclinaron rápidamente sobre el caído. Kuhn le tomó el pulso y murmuró:

—Está muerto…

Taylor gritó histéricamente:

—¡Juro que nunca he tenido ninguna clase de relaciones con Loris!

—Ni yo —aseveró Kuhn.

La voz de Carmody temblaba al afirmar:

—Melanion debió volverse loco. Nunca me pasó por el cerebro la idea…

Pascoe le interrumpió:

—Tampoco a mí. Pero, si lo que dijo Melanion era verdad, no nos quedan más que seis minutos.

Se encaminó rápidamente hacia el aparador, tratando de apoderarse del pequeño vaso. Pero Kuhn se había movido con igual rapidez, y lo mismo hicieron Taylor y Carmody. Cuatro manos ansiosas lucharon por alcanzar el vaso.

Tal vez fueron los ávidos dedos de Kuhn, o los de Pascoe, o los de Carmody, o los de Taylor… Lo cierto es que el pequeño vaso resbaló por la pulida superficie del aparador y fue a estrellarse contra el suelo, dejando en el mismo una mancha de color blancuzco.

En medio del profundo silencio de la habitación, los cuatro hombres regresaron lentamente a sus asientos, sin pronunciar una sola palabra.

(La ilustración que encabeza este original relato ha sido tomada de Pictures of People, de C. D. Gibson, 1896).