Advertencia de Japón a Refugiadas Ucranianas


El Ministerio de Justicia de Japón ha advertido a las mujeres refugiadas procedentes de Ucrania que se abstengan de trabajar en los establecimientos de entretenimiento para adultos ya que estarían violando la ley que regula ese sector.

Como es del conocimiento público, Japón encabeza la corta lista de países asiáticos que han impuesto sanciones económicas a Rusia en respuesta a la incursión militar de ese país en apoyo de las autoproclamadas repúblicas independientes de Lugansk y Donetsk en Ucrania.

Como parte de su compromiso de acompañamiento con Estados Unidos y la Unión Europea, Japón ha permitido el ingreso a su territorio de alrededor de un millar de refugiados ucranianos, la mayoría mujeres, puesto que los hombres tienen restricciones para abandonar Ucrania.* Se ha denunciado que algunas de estas refugiadas han estado «trabajando en cierto tipo de establecimientos en los que no les es permitido», según el Ministerio de Justicia.

En general, las personas refugiadas ucranianas que han arribado a Japón huyendo del conflicto con Rusia, han sido advertidas que las visas que les han sido concedidas no les permiten trabajar en los establecimientos del sector de entretenimiento para adultos, según lo expresado por Yoshihisa Furukawa, actual ministro de justicia.

«Han habido casos en los que refugiadas han sido denunciadas por estar laborando en cierto tipo de establecimientos en los que no les está permitido», explicó el ministro después de una reunión del Gabinete que tuvo lugar el pasado viernes.

El ministro explicó que dichos establecimientos incluyen los llamados «clubes de huéspedas», bares y otros sitios de entretenimiento para adultos. La Agencia de Servicios de Inmigración ya ha enviado notificaciones por escrito a las personas refugiadas procedentes de Ucrania, informándoles que sus visas no les permiten aceptar empleos que están cubiertos por la ley de entretenimiento de adultos, declaró.

A estas personas refugiadas les es permitido cambiar el estatus de sus visas para que se les permita permanecer un año en Japón, pero ni el estatus de residente les permitiría trabajar en el sector mencionado. El ministro expresó, asimismo, temores de que las refugiadas ucranianas puedan convertirse en víctimas del tráfico de personas, tal y como ha sido informado en otros países. Recientemente un investigador de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, OSCE, reveló que las búsquedas en internet por trabajadoras sexuales de Ucrania ha aumentado al 600% alrededor del mundo desde el inicio del conflicto ruso-ucraniano.

La mayoría de personas que se desempeñan en la industria del entretenimiento para adultos en el país nipón proceden del extranjero, principalmente de países asiáticos vecinos, pero también de Europa y América, ya que —comparativamente— es un empleo bien remunerado, aparte de que los japoneses tienen afición por las servidoras foráneas. Las precauciones del gobierno japonés, aparte de las mencionadas por el ministro de justicia, podrían también explicarse desde la perspectiva de un temor a consecuencias negativas en el futuro, tomando en cuenta la horrenda experiencia que significó para las víctimas la implementación japonesa de lo que ellos denominaron «mujeres de consuelo» o «mujeres de solaz» durante la Segunda Guerra Mundial, con sus demandas y reclamos no resueltos, y el efecto en la imagen de país respetuoso de los derechos de las personas que Japón siempre ha deseado proyectar.

Por otra parte, se ha informado que el 60% de las personas que huyeron de Ucrania en las semanas inmediatas al inicio de la incursión militar rusa han regresado al país, aunque todavía continúan saliendo algunas otras. Según un reporte de NPR.org, el puesto fronterizo de Medika entre Polonia y Ucrania se ha convertido en el más activo para el movimiento de refugiados ucranianos, aunque ahora el flujo es a la inversa, con largas filas de personas esperando su turno para ingresar a su país, lo que al menos hace surgir interrogantes sobre cuán bienvenidas se habrían sentido en los países de la Unión Europea que ofrecieron una acogida sin precedentes en lo que a refugiados se refiere.

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* Ucrania ha prohibido a todos los hombres sanos de entre 18 y 60 años salir del país. Hay excepciones para algunas personas, como los camioneros y los trabajadores de los trenes involucrados en la entrega de ayuda humanitaria y armas a Ucrania, que pueden salir legalmente del país por hasta 30 días. Un proyecto de ley presentado al parlamento ucraniano en marzo prevé una pena de prisión de hasta 10 años por cruzar la frontera ilegalmente y un castigo aún más severo para los guardias fronterizos que facilitan dichos cruces. Sin embargo, un asesor del Ministerio del Interior sugirió el lunes que a los ucranianos que son elegibles para el servicio militar se les debería permitir salir del país desafiando una prohibición de viaje activa, si pueden pagar varios miles de dólares, que podrían ser entre $3,000 y $5.000.

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