Violencia Ultraderechista en Bolivia

    En publicaciones destacadas en el sitio web de TeleSURtv de Venezuela, se informa de la escalada de violencia desatada por grupos afiliados a las organizaciones de la ultraderecha boliviana, que se considera muy fuerte e intocable, principalmente en el departamento de Santa Cruz, cuyo gobernador Luis Fernando Camacho, fue detenido por las autoridades el pasado 28 de diciembre siguiendo una orden judicial. La ola de violencia de carácter terrorista está siendo desarrollada en protesta por la detención de quien consideran su máximo líder los grupos que hicieron lo mismo en 2019, en el marco del golpe de Estado contra el presidente Evo Morales.

    Grupos extremistas y progolpistas bolivianos incendiaron este viernes las instalaciones de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) y atacaron el edificio de Impuestos Nacionales, mientras que también destrozaron la fachada de la televisora estatal ENTEL en el departamento de Santa Cruz. De acuerdo con medios nacionales, los agresores incendiaron con una bomba molotov parte de la estructura de la sede de la ABT. No obstante, el cuerpo de bomberos logró arribar de manera oportuna para controlar las llamas.

    También se informó que en el Plan 3,000 fueron atacadas las oficina de Impuestos Nacionales, al tiempo que fueron rotos los vidrios de la parte delantera del edificio de ENTEL. A otro nivel, las organizaciones golpistas bolivianas del Comité Cívico Pro Santa Cruz y la Unión Juvenil Cruceñista retomaron este viernes un paro, al tiempo que convocaron a la ocupación de las entidades públicas y al cierre de las fronteras en apoyo al gobernador Luis Fernando Camacho.

    «Se declara paro cívico departamental a partir de las cero horas del día viernes, 30 de diciembre, respaldamos la determinación de llevar adelante el bloqueo de carreteras fronterizas, cerrando la posibilidad de ejecutar próximos secuestros», expresa la declaración de los grupos desestabilizadores.

    Según lo informado por TeleSURtv, la oposición extremista persiste en su objetivo de manipular la aprehensión de Camacho, la cual fue emitida el pasado mes de octubre por el Juez Décimo de Instrucción en lo Penal del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz. En contraste, el secretario ejecutivo del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Santa Cruz, Armando Muñoz, apuntó a medios locales que el departamento no tiene dueño para disponer la paralización de las actividades. A partir de ello, el dirigente llamó a la ciudadanía santacruceña a defender su derecho a la movilidad, apoyar a las actividades comerciales perjudicadas, así como a celebrar pacíficamente el fin de año.

    No obstante, el denominado Comité Cívico convocó a «resguardar» las instituciones públicas ante «posibles autoatentados» cuando se registraron este miércoles incendios de edificios públicos y la vivienda del ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, así como ataques al Comando de la Policía y los aeropuertos de Viru Viru y de El Trompillo, entre otros actos terroristas.

    Por su parte, la Bancada Progresista del Parlamento del Mercosur rechazó la injerencia del presidente del Parlasur, Tomás Bittar Navarro, quien se refirió al arresto de Camacho como un procedimiento «desmedido y brutal». El comunicado rubricado por 17 legisladores asegura que Bittar «no tiene entre sus potestades la de realizar una expresión de este estilo que, además, es una acusación grave y una inmiscusión directa en los asuntos del Estado Plurinacional de Bolivia y sus poderes». En este sentido, los parlamentarios manifestaron su apoyo a las investigaciones para determinar las circunstancias de los asesinados y heridos durante las masacres de Sacaba y Senkata, reportadas en 2019, cuando el golpe de Estado.


Luis Fernando Camacho es un personaje del tipo que ha copado la derecha extrema de América Latina al estilo del expresidente estadounidense Donald Trump; promotores de la violencia en contra de adversarios políticos indefensos; defensores de la impunidad sempiterna de los poderosos y fieles servidores de su misma ideología; promotores de un Estado sin controles ni fiscalizaciones hacia los más ricos; herederos de y continuadores de los principios fundamentales del fascismo y el nazismo. En Bolivia, sus fanáticos le apodan «Macho» Camacho, por su virulenta verborrea, en una copia del apodo del verdadero «Macho» Camacho (el destacado boxeador puertorriqueño Héctor Luis Camacho), quien fue todo un caballero dentro del ring, donde demostró sus inigualables habilidades pugilísticas, y que —al menos públicamente— nunca demostró ninguna de las características psicopáticas de su tocayo boliviano.

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