Del Folclor Popular

EL MONDADIENTES


   Después que en mesa redonda

comió la vieja Cifuentes,

trajo un mozo de la fonda

palillos para los dientes.


   Pasada más de una hora,

dijo el mozo con finura:

—y usted, ¿qué aguarda, señora?

—que traigas la dentadura.

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EPIGRAMA

   Se disponía a encender
un cigarrillo un tunante,
y por el buen parecer,
o porque estaba delante,
de su suegra y su mujer;
   a la suegra preguntó
si la molestaba el humo,
y, al contestarle que no,
el cigarrillo guardó
y dijo:—¡Entonces no fumo!

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DESPUÉS DE LA BATALLA

 Al día siguiente de una batalla, en que un cuerpo de caballería se había notablemente distinguido, cada soldado contaba sus hazañas.

 —Yo, decía uno, he matado veinte enemigos.
 —Yo, decía otro, he perdido la cuenta de los que he enviado al otro barrio.
 —Pues yo, decía otro, he roto un cuadro y me he traído la bandera.
 —¿Y usted qué es lo que ha hecho? —le preguntaron a uno que escuchaba con calma a los demás.
 —¡Ah, señores, yo he sido muerto en la acción!


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