Sobre «El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado»

 En el libro El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, publicado por primera vez en 1884, Federico Engels plantea que el Estado es una fuerza coercitiva utilizada por la clase dominante (la que tiene mayor poder de explotación) para reafirmar su dominio sobre las otras clases. Se enfoca en la historia temprana de la humanidad, y de cómo su desarrollo, tras la desintegración de la comunidad primitiva, facilitó el surgimiento de una sociedad de clases basada en la propiedad privada, trayendo como producto el nacimiento del Estado. En la obra, el autor llega a la conclusión que el Estado desaparecerá, dejando en su lugar una sociedad sin clases.

 Basado en el análisis de la sociedad iroquesa (que ubica en la época del barbarismo), la cual estaba estructurada en el sistema de la gens, Federico Engels rastrea el surgimiento de la civilización con sus derivados de división de clases, el advenimiento de la mercancía, la subyugación de la mujer y el origen del Estado.  Después de presentar una panorámica de la sociedad iroquesa (ubicada originalmente en lo que hoy es el Estado de Nueva York, en Estados Unidos), Engels procede a describir la transformación del sistema de organización basado en la gens de las sociedades en Atenas, Roma y Alemania, con sus respectivas derivaciones, lo que sugiere el descenso de una forma comunitaria de igualdad en una civilización opresiva. Según las personas educadas en antropología, El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado contiene algunos datos desactualizados en términos del rigor metodológico y la información disponibles ahora, pero concuerdan en que es un libro que debe ser leído por cualquier estudiante de esa rama de la ciencia, no solo porque ejemplifica el método de análisis marxista, sino también por la validez de la forma en que presenta, en términos generales, el desarrollo histórico de la humanidad. En suma, la tesis de la obra es que la familia está organizada de acuerdo a las necesidades de los modos de producción de una sociedad determinada.

 El libro de Engels fue escrito para explicar de qué manera el parentesco desempeñó un rol en la organización de las sociedades antiguas y en el desarrollo del concepto de familia. También explica de qué modo el tipo de familia patriarcal no fue siempre la norma de los hogares, sino el matriarcal. Basándose en un compendio escrito por Carlos Marx del libro La sociedad antigua, del antropólogo estadounidense Lewis Henry Morgan, publicado en Londres en 1877, Engels elabora una convincente exposición de cómo la familia y sociedad antiguas desarrollaron el concepto de propiedad en el curso de su devenir histórico. Dicha exposición revela las causas de la opresión de las mujeres y la división de clases. La primera parte del libro aborda las tres épocas prehistóricas de la humanidad (salvajismo, barbarie y civilización), de las cuales se enfoca particularmente en las primeras dos, dividiendo cada una en tres estadios (inferior, medio y superior), a fin de enfatizar cada periodo.

 El salvajismo

 El estadio inferior del salvajismo, es decir, el paleolítico medio o Edad de Piedra, es en el que la humanidad empieza a desarrollar el lenguaje articulado, de modo que el humano depende grandemente en su accionar en grupos. En este periodo no existían normas sobre quién se relacionaba sexualmente con quién, por lo que el incesto y la infidelidad no representaban ningún problema. El estadio medio del salvajismo es cuando los seres humanos comienzan a desplazarse a través del orbe; es cuando surgió el matrimonio entre grupos y se estableció un tabú más estricto del incesto para incluir la prohibición de relaciones sexuales dentro del mismo grupo, incluyendo entre hermanos y primos de la misma generación, lo que constituyó el comienzo de la formación de la gens. Esta última la constituía un grupo de personas relacionadas por antepasados maternos. En el estadio superior se emplea el uso del arco y la flecha como armas, surge la alfarería, y se practican el tejido a mano y el uso de las canoas.

 El Barbarismo

 Los desarrollos prevalecientes durante el barbarismo fueron la domesticación de animales y la agricultura, lo que determinó el asentamiento de grupos sedentarios; y en lo social, este periodo se caracterizó por el establecimiento del matrimonio por parejas, en el que el hombre se dedica a las tareas pesadas y la mujer se torna esencial en la actividad doméstica, adquiriendo con ello mucho aprecio y respeto, no solamente por la destreza en la ejecución de sus labores, sino también porque es el único de ambos progenitores que puede ser garantizado.

 La ausencia de una fuerza militar permanente que ejerza control sobre la colectividad, no solamente favorece el alto nivel de respeto hacia la mujer, sino que también estimula otras libertades, como la de expresión, puesto que en este periodo, si era necesario guerrear, los miembros de la comunidad se juntaban voluntariamente para defender su territorio. Los que estaban a cargo decidían en base a una tradición de cientos de años que regulaba todo. No podían haber pobres ni miserables, en tanto que la comunidad y la gens, como un todo, conocían y cumplían sus obligaciones para con los ancianos y aquellos que quedaban discapacitados producto de la guerra. Todas las personas gozaban de libertad e igualdad; aún no había espacio o condiciones para la esclavitud o, como norma, para la subyugación de tribus foráneas.

 En el estadio medio del barbarismo aumentó considerablemente el abastecimiento, lo que hizo que la tenencia de esclavos se volviera útil, sobre todo para el cuido de los rebaños. El incremento en el excedente de la producción aumentó la propiedad de rebaños y de esclavos, dando origen al inicio del intercambio de bienes y de la propiedad privada. Esto permitió a los hombres, como individuos, ganar control sobre los recursos (rebaños, esclavos), y es así que la sociedad de clases comenzó a surgir en tanto que dichos recursos se multiplicaban. Los hombres pasan a ser entonces quienes deciden quién es amo de quién, y quién es dueño de qué. Las mujeres que habían sido las cabezas de los hogares fueron despojadas de sus derechos, mientras los hombres pasaron a tomar el mando.

 La eliminación del derecho materno constituyó la derrota histórica del sexo femenino en el mundo. El hombre también tomó el mando de los asuntos de la casa; la hembra fue degradada, subyugada, hecha esclava del apetito sexual del hombre; fue convertida en un simple instrumento para procrear criaturas, rebajando su posición en la sociedad. Esto se manifestó especialmente en la civilización griega de la época heroica; pero todavía más en la época clásica, aunque en la literatura ha sido adornada, desmontada y, en alguna medida, arropada en una manera  que la presenta de una forma moderada.

 En el libro de Engels puede verse que la división de clases y la propiedad privada son los originadores de la opresión de la mujer, puesto que ella pasó, a partir de entonces, a ser considerada propiedad del hombre. La familia monógama es inicialmente una forma de asegurar la propiedad que expedita heredar el patrimonio familiar. Al tiempo que el sistema de propiedad privada fue extendiéndose, también fue surgiendo el Estado. La creciente actividad comercial condujo a las tribus a organizar fuerzas de guerra para enfrentarse a otras, trayendo como consecuencia la fusión de tribus adversarias en estados naciones para protegerse mutuamente. 


 En suma, todo el problema se origina de la rápida producción de recursos y la conciencia de la naturaleza materialista del ser humano. Esto, y el establecimiento de la familia monógama son los signos del desarrollo de la humanidad entrando en la civilización. Una civilización (de acuerdo a lo escrito por Engels) «… basada en la superioridad del hombre; su objetivo expreso es engendrar hijos cuya paternidad no sea puesta en duda, siendo dicha paternidad requerida para que estos hijos puedan, a su debido tiempo, heredar la riqueza de su padre como herederos naturales».

 Consideraciones sobre este libro

 Es necesario tener en cuenta que al leer cualquier libro escrito hace mucho tiempo (no solo los de historia o ciencia, sino también los de ficción) se debe tener en consideración la época en que fue escrito, porque, por muy avanzado que un autor pueda ser, es imposible que logre escaparse de todos los parámetros que definen el tiempo de su existencia, y jamás puede hacerse debida justicia a un creador y su obra del pasado lejano juzgándolos desde los parámetros actuales. Engels ha sido criticado en relación a esta obra, principalmente, por los siguientes puntos:

  1. Su aseveración de que el tamaño de los cráneos determina el nivel de inteligencia (lo que ha sido considerado una expresión de racismo y que puede estar a la base del actual excepcionalismo de las élites de las potencias occidentales).
  2. Su limitación en el análisis de la cultura griega antigua, limitándolo a Atenas, como si esta ciudad fuera toda Grecia.
  3. Su parcialidad al presentar las tribus alemanas que invadieron y saquearon Roma, como transmisoras de democracia e igualdad (lo que se considera que se deriva de la simpatía que él, como alemán, profesa por la gente germana, y que está lejos de la objetividad).

 La mayoría de los más acres acusadores de algunos puntos de la obra de Engels son personas totalmente identificadas con el «movimiento de los despertadizos» (Woke Movement, en inglés), imposibilitados por su ideología de la capacidad de entender a un autor en su propio marco socio-histórico. Pero inclusive estos reconocen la importancia de El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado en la adquisición de un entendimiento más amplio del desarrollo humano a través de la historia.

(El texto de este interesante libro sirvió como uno de los principales materiales en la preparación de cursos de cultura general que se impartieron como parte del programa de alfabetización en los campamentos guerrilleros del norte del departamento de Morazán, El Salvador, entre los años 1983-1988).

Deja un comentario