Origen y Significado del Nombre «Balmore»

 No es extraño que más de alguna vez en la vida cualquier persona experimente la curiosidad por conocer de dónde se origina y cuál es el significado del nombre propio que le otorgaron al nacer. Esto simplemente forma parte de la búsqueda o reafirmación de la identidad única de cada quien, sin importar los parecidos o similitudes que se puedan tener con otras personas. Cada quien tiene su propia individualidad maravillosa, con sus virtudes y falencias, y es motivo de orgullo y gran satisfacción encontrar las raíces y todo lo relacionado a nuestra persona.

 Hay nombres que debido a su popularidad o, más bien dicho, a su amplio uso, resultan fáciles de conocer su procedencia y significación; pero hay otros no tan comunes que pueden representar un reto al interesado en conocer de qué lugares proceden y qué es lo que significan. Por ejemplo, José, un nombre de uso extenso entre la gente cristiana, pero también empleado entre los de la religión judía, así como la musulmana, es fácil deducir que proviene del antiguo país de Israel, porque la leyenda bíblica presenta un personaje que así se llamaba, que era un carpintero y que, pese a que su prometida resultó embarazada antes de haberse casado con él, entendiéndose que no habían habido entre ambos relaciones sexuales, no desistió de su promesa de matrimonio y procedió con la boda, al haberle sido revelado en un sueño que la criatura que su amada llevaba en el vientre era nada más ni nada menos que el hijo de Dios, y él aceptó esto no como una afrenta, sino como una bendición. Este devoto carpintero se le había conferido el nombre en homenaje al primer José que menciona el Antiguo Testamento, el hijo menor de Jacobo, quien llegó a ser un personaje influyente en Egipto, después de haber sido vendido como esclavo por sus envidiosos hermanos.

 Pero hay otros nombres cuya rareza dificulta la localización de su origen y la explicación de su significado. Este es el caso del nombre propio Balmore, el cual en los últimos años ha ido siendo usado un poco más, particularmente en El Salvador, aunque en otros países, incluyendo Estados Unidos, se puede encontrar con la variante de la letra inicial cambiada a uve en vez de be. O tal vez sea que la variación se produjo a la inversa, de uve a be, ya que ambas escrituras tienen registros históricos que se remontan varios siglos y bien puede ser que no estén relacionadas.

 Es bien conocido que muchos nombres y apellidos de uso común en los países donde se habla alguna de las lenguas romances, principalmente español, portugués e italiano, tienen alguna variante ortográfica que puede parecer un error en la ortografía propia; esto además de que hay personas que arbitrariamente cambian la escritura de sus nombres o apellidos por alguna razón u otra. En el primer caso, por ejemplo, Fernández se escribe Fernandes en portugués, lo mismo que Araujo en ese idioma es Araújo. En el segundo caso (cuando alguien escribe su nombre o apellido como se le antoja), en El Salvador está el notorio ejemplo del apellido Monterrosa, el que desde hace algún tiempo ha empezado a escribirse con zeta en vez de ese (Monterroza), lo cual se presta a especular que este cambio podría responder al deseo de desvincularse del infame militar que ordenó la masacre de centenares de personas en el caserío El Mozote en 1981; y es bastante llamativo que este apellido así escrito solamente es usado en mayor medida en Colombia, país donde las matanzas y masacres ejecutadas por elementos de tropa del ejército y paramilitares han sido algo recurrente.

 Pero volviendo al punto principal de esta nota, la primera cosa que llama la atención cuando se investiga el nombre Balmore es Balmoral, el así llamado castillo ubicado en Aberdeenshire, Escocia, porque —ateniéndose a uno de los métodos de formación de palabras en español— este sería el término para designar un lugar de muchos Balmores. Pero este no es el caso, ya que Balmoral procede del gaélico, y originalmente era Bouchmorale, como apareció escrito por primera vez en 1451. Según la interpretación de los lingüistas, este nombre significa villa grande al lado de la fuente, aunque —de acuerdo con el diccionario Oxford de la lengua inglesa— en su categoría común este sustantivo se refiere a un zapato recio o a un tipo particular de gorra escocesa sin bordes y plano en la parte posterior. En el mundo anglosajón hay muchísimos lugares que ostentan el nombre Balmoral, y aunque su pronunciación inglesa suena mucho como la pronunciación española de Balmore, por su contexto y significado puede deducirse con seguridad que no están relacionados.

 Sin embargo, en Escocia existe un poblado antiguo que se llama precisamente Balmore, el cual fue declarado baronía en el año 1253, aunque en los datos disponibles no se especifica si el nombre fue otorgado al mismo tiempo o si ya era así llamado desde su fundación; esto, añadido al hecho de que se resalta que el segundo barón procedía de Verre, Francia, podría establecer una relación con Valmore, cuyo origen es francés y que fue usado, primero como apellido, y después como nombre, y que aún se usa en países como Venezuela y Estados Unidos. No obstante, los historiadores lingüistas explican el significado de Balmore asegurando que proviene del gaélico «Baile Mòr», que sencillamente quiere decir Asentamiento Grande.

 En tiempo pasado era común que las personas adoptaran el nombre del lugar de origen como su apellido; y más adelante pasaron a ser usados como nombres. Comparado con Valmore, Balmore es de uso más reciente, y en Estados Unidos existe el primer registro de un bebé con este nombre en el año de 1899, según los datos de la Administración del Seguro Social; en tanto que el primer recién nacido llamado Valmore aparece registrado en 1876. Desde 1880 hasta 2020, la Administración del Seguro Social había reportado el nacimiento de 10 niños con el nombre Balmore, y 197 con el de Valmore en Estados Unidos.

 Aunque en Venezuela existe un importante municipio que ostenta el nombre de Valmore Rodríguez, este es en honor de un reconocido político de extracción sindical que así se llamaba, y que llegó a ser senador y ministro, aunque al final murió exiliado en Chile, en el año 1955. En Francia, de donde se presume que procedió originalmente Valmore como apellido, no existe ningún lugar que se llame así, por lo que se ha llegado a suponer que puede ser una variación de otro nombre. De manera especulativa se ha interpretado que Valmore es la unión de la palabra francesa Val, que significa «valle», y more, derivado de la palabra latín maurus, que significa «de piel oscura» o «morisco»; por lo que el significado de este nombre sería moro del valle, o del valle de los moros.

 También de manera especulativa se ha propuesto que Balmore procede del francés antiguo, derivándose de la palabra Bail, que significa «guardián», y more, que significa «moro» o «moreno»; por lo que se interpretaría como guardián de los morenos o moros.

 En base a lo anterior se puede asegurar que Balmore puede ser la españolización de Valmore, aunque no se puede descartar que alguien originalmente haya adoptado el nombre del pueblo de Escocia (aquí mencionado) como apellido o nombre propio. Realmente, en la actualidad, cuando se asigna un nombre a la criatura por nacer o recién nacida, se hace por lo general porque se admira o reverencia a alguien que así se llama (caso de artistas o santidades), o simplemente por un gusto particular.

 Por ejemplo, creo conocer a la primera persona (y quizás la única hasta hoy) que se llama Carolquín, una creación ingeniosa de su madre que la nombró así en homenaje de aquella cantante estadounidense llamada Carol King, lo cual nos revela que muchos nombres no necesariamente deben estar relacionados a lugares. 


 También es de notar que algunas interpretaciones que hacen los lingüistas de muchos nombres, parecen dotar al nombrador de cierta sofisticación lingüística, ya que no pocas veces le atribuyen el conocimiento de más de algún idioma para construir el nombre con el que desea designar a alguien o a algo. Pero como se puede ver en la historia de la conquista, por ejemplo, el nombramiento de lugares obedece a un proceso intelectual muy simple, que sencillamente se basa en alguna característica o acontecimiento del sitio nombrado. Así tenemos que «El Palón» se refiere a un árbol grande que había en el lugar; «Ciudad Victoria», a un triunfo de los conquistadores; «La  Hondonada», a una depresión en el terreno, etc. La misma lógica se emplea con los nombres de personas, y lo que más prevalece es el nombramiento para homenajear a un familiar o persona particular muy apreciada; y hasta no hace mucho tiempo, se empleaba el método de basarse en el calendario de las santidades católicas para determinar el nombre de la criatura recién nacida en base al santo o virgen en cuyo día había nacido.

 En mi infancia no conocí ni supe de otro Balmore, excepto uno que vivía a una cuadra de nuestra casa, varios años mayor que yo, y quien era hijo único de una familia cuyo apellido no recuerdo si era Parada, Granados o Marenco, y que se dedicaban a la recolección y comercialización al mayor del nance, fruto que abundaba en sus propiedades, tanto que hasta lo exportaban hacia Honduras. Ese Balmore murió joven sin haber procreado familia, y el hecho de que existió me da la certeza que yo no fui el primero en ser llamado con ese nombre en El Salvador, ni siquiera en mi pueblo, y una de las razones de haber escrito esto es para rememorar a ese joven coterráneo que fue amigo y cuya madre fue una de las mejores amigas de la mía.

 Referencias:
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