Los Cultos de Cargamento

Un grupo de movimientos religiosos inusuales conocidos como «cultos de cargamento» aparecieron en varias pequeñas islas del Pacífico durante la primera mitad del siglo XX. Estas islas habían sido reclamadas como colonias por varios países industrializados, y un pequeño número de extranjeros habían venido a vivir en ellas. La mayoría de estos extranjeros eran misioneros, funcionarios de gobierno, soldados o empresarios. Después de que comenzaron a llegar, los barcos a veces les entregaban suministros, y los nativos solían ayudar a descargar el cargamento.

Muchos de los artículos en esta carga entregada asombraban a los nativos. Debido a que nunca habían visto ningún producto moderno manufacturado, pensaban que los artículos debían haber sido creados a través de milagros o efectos sobrenaturales. No es sorprendente que empezaron a buscar maneras de adquirir estos artículos ellos mismos, y esto es lo que llevó a la formación de los cultos de cargamento.
Las creencias y prácticas asociadas con estos cultos variaban de una isla a otra. Por ejemplo, los nativos de algunas islas creían que los artículos manufacturados en las entregas debían haber sido creados por dioses. Otra explicación, que apareció en al menos una isla, fue que los objetos habían sido hechos por los antepasados muertos de los mismos nativos. En este caso los aborígenes creían que los artículos estaban destinados a ellos, pero que los extranjeros estaban interceptando y robando todo.
Varios de estos cultos aparecieron en islas que temporalmente fueron ocupadas por las fuerzas militares estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. A medida que la guerra avanzaba, los nativos de estas islas fueron testigos de entregas de grandes cantidades de equipo y suministros. A veces incluso se les daban regalos, como dulces y cigarrillos, que provenían de la carga. Después de que la guerra terminó, los estadounidenses se fueron y las entregas dejaron de llegar. Pero en varias islas se formaron cultos de cargamento para intentar que se reanudaran las entregas. Para este propósito, los miembros de estos cultos intentaron usar una forma de magia simpática en la que imitaron las actividades anteriores de los americanos. Por ejemplo, en una isla se vistieron con ropas que se parecían a los uniformes del ejército estadounidense y llevaban a cabo simulacros militares bajo una bandera de Estados Unidos. En otra isla construyeron una pista de aterrizaje para tratar de atraer aviones. Por supuesto, ninguna carga llegó milagrosamente, y en la mayoría de las islas estos cultos finalmente desaparecieron.

(Traducido por Baneste, del libro Weird Beliefs, del autor Barry Wilson).