¿Agentes Extranjeros Concienzudos o Inconscientes?

 La denominación «agente extranjero» ha cobrado relevancia en los últimos años, debido más que todo a la acción legislativa que algunos países han desarrollado para identificar, regular y sancionar a los individuos o entidades que pertenecen a esta denominación. Aunque esta designación fue introducida en Estados Unidos a finales de la década de 1930, y aunque el accionar de la persona o entidad así referida seguramente ha existido desde la antigüedad, como parte de los esfuerzos hegemónicos de algún principado, reino o república en otros estados, no ha sido hasta este siglo veintiuno que se ha amplificado el conocimiento respecto a estos actores del quehacer político que han sido decisivos en los cambios que han alterado de manera constante el mapa geopolítico mundial.

 Agente extranjero es cualquier persona o entidad que promueve y avanza activamente los intereses de un país foráneo mientras está radicado en otro país, por lo general fuera de las protecciones otorgadas a quienes trabajan en su capacidad oficial para una misión diplomática. Estos agentes pueden ser ciudadanos del país anfitrión, del país cuyos intereses representan o de otro país. En el lenguaje contemporáneo, el término tiene una connotación peyorativa debido a que el accionar de estos individuos u organizaciones se ha intensificado y su actividad ha provocado graves desestabilizaciones en varias regiones del mundo. Un agente extranjero encubierto, también conocido como agente secreto de un gobierno foráneo, puede presumirse que participa en el espionaje.

 En tiempo reciente, algunos países han desarrollado procedimientos formales para legalizar las actividades de agentes extranjeros que actúan abiertamente. Las leyes que cubren dichos individuos o entidades varían ampliamente de un país a otro, y la aplicación selectiva puede prevalecer al interior de los países, en función del interés nacional percibido. El caso más reciente que grafica de qué manera se está aplicando la ley a los agentes extranjeros, ampliamente difundido por los medios de prensa del mundo, es el de los 222 convictos nicaragüenses que fueron expulsados del país y cuya ciudadanía les fue retirada.

 Ley de Agentes Extranjeros en Estados Unidos

 En los Estados Unidos, la Ley de Registro de Agentes Exteriores (FARA, por sus siglas en inglés) creó una definición amplia y detallada de «agente extranjero». Se ha señalado algunas veces que FARA se usa para atacar a países que no le parecen simpáticos a alguna administración gubernamental estadounidense. En 2021, la American Bar Association (ABA) pidió una reforma de la FARA, que incluyera renombrar la ley y reemplazar el término agente de un director extranjero con uno que genere menos estigma y confusión.

 La FARA es un mandato de los Estados Unidos que impone obligaciones de divulgación pública a las personas que representan intereses foráneos. Requiere que los agentes extranjeros, definidos como individuos o entidades involucrados en el cabildeo doméstico o la defensa de gobiernos, organizaciones o personas extranjeras, se registren con el Departamento de Justicia y revelen sus relaciones, actividades y compensación financiera relacionada.

 La FARA no prohíbe el cabildeo de intereses extranjeros, ni prohíbe ni restringe ninguna actividad específica. Su propósito explícito es promover la transparencia con respecto a la influencia extranjera sobre la opinión pública, la política y las leyes estadounidenses. Con ese fin se requiere que el Departamento de Justicia haga que dicha información esté disponible públicamente. La FARA fue promulgada en 1938 principalmente para contrarrestar la propaganda nazi, con un enfoque inicial en el enjuiciamiento penal de actividades subversivas; pero desde 1966, la aplicación ha cambiado más que todo a sanciones civiles y cumplimiento voluntario, según Wikipedia.

 Durante la mayor parte de su existencia, la FARA fue relativamente indistinta y rara vez invocada; sin embargo, desde 2017, la ley se ha aplicado con mucha mayor regularidad e intensidad, particularmente contra los funcionarios relacionados con la administración del expresidente republicano Donald Trump. Las acusaciones y condenas de alto perfil bajo dicha ley han provocado un mayor escrutinio público, político y legal, incluidos los llamados a reformarla.

 La ley de agentes extranjeros de Estados Unidos es administrada y aplicada por la Unidad de Contrainteligencia y la Sección de Control de Exportaciones (CES), ambas parte de la División de Seguridad Nacional (NSD) del Departamento de Justicia. A partir de 2016 se ha producido un aumento del 30 por ciento en los registros; hasta noviembre de 2022, había más de 500 agentes extranjeros activos registrados en la Unidad FARA.

 Ley de Agentes Extranjeros en Rusia

 Según la ley de agentes extranjeros de 2012 de Rusia, las personas y organizaciones no gubernamentales que reciben financiación de otros países se debían autodesignar «agentes extranjeros» en toda comunicación externa si participan en actividades políticas. El incumplimiento implicaba consecuencias legales. Pese a ello, varias organizaciones se resistieron al requisito, y en 2014 la ley se modificó para autorizar al Ministerio de Justicia a registrar a las entidades como agentes extranjeros sin su consentimiento.

 Quienes están registrados como agentes extranjeros en Rusia, pueden estar sujetos a auditorías adicionales y están obligados a marcar todas sus publicaciones con una declaratoria de responsabilidad de 24 palabras que explique que están siendo distribuidas por un agente extranjero.

 La ley entró en vigencia en noviembre de 2012, y ha sido aplicada activamente por el Servicio Federal de Seguridad desde febrero de 2013. Sus partidarios inicialmente la compararon con la legislación de los Estados Unidos aplicada a cabilderos empleados por gobiernos extranjeros. Desde su introducción, el alcance de la ley se ha ampliado progresivamente.

 En un inicio, la ley se aplicó a las entidades que recibían fondos del extranjero dedicadas a la actividad política. En 2017 la designación de agente extranjero se impuso por primera vez contra medios de comunicación, y en diciembre de 2019 se hizo una expansión de la legislación para incluir particulares o grupos privados que reciben cualquier cantidad de fondos extranjeros para distribuir materiales impresos, de audio, audiovisuales y otros. En septiembre de 2021 la ley fue ampliada nuevamente para incluir ciudadanos rusos que diseminan información falsa sobre la criminalidad, la corrupción y otros problemas relacionados al aparato militar.

 Ley de Agentes Extranjeros en Israel

 Una ley de agentes extranjeros fue promulgada en Israel en 2016, la cual obliga a los organismos que reciben más de la mitad de su financiación de otros gobiernos a incluir esta información en sus comunicaciones. Según el Ministerio de Justicia de aquel momento, la ley se aplicaría a 25 grupos, la mayoría de los cuales eran críticos del gobierno. El entonces ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, argumentó que la medida era una traslación directa de la FARA.

 Ley de Agentes Extranjeros en Hungría

 En Hungría fue aprobada una ley que regula la actividad de agentes extranjeros en 2017. Esta también obliga a las oenegés a registrarse si reciben una determinada cantidad de financiación del exterior. Tras las críticas recibidas, Hungría argumentó que su ley emulaba a la FARA estadounidense.

 Ley de Agentes Extranjeros en Australia

 En junio de 2018 fue aprobada en Australia la Ley Esquema de Transparencia de la Influencia Extranjera (FITSA), para cuya elaboración el gobierno australiano estuvo en contacto con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. El primer ministro australiano se refirió a ella como una versión mejorada de la FARA. Oenegés, universidades y profesionales del ámbito legal se opusieron a la medida, argumentando que era una amenaza directa para la sociedad civil y la libertad de expresión y que coartaría la acción de la sociedad civil más allá de las fronteras. Tras las críticas, la ley original sufrió importantes cambios que limitaron su capacidad de acción.

 Ley de Agentes Extranjeros en Nicaragua

 La Ley de Regulación de Agentes Extranjeros data de septiembre de 2020 y obliga a todo ciudadano nicaragüense que trabaje para gobiernos, empresas, fundaciones u organizaciones extranjeras a registrarse, informar de sus gastos e ingresos, y avisar en qué gastarán los fondos recibidos del exterior.

 Ley de Agentes Extranjeros en Venezuela

 Un decreto administrativo de 2021 exige el registro de personas físicas o jurídicas sin ánimo de lucro, así como un listado de sus miembros, de sus donantes, de sus movimientos financieros, de sus beneficiarios y de todas las organizaciones con las que trabajan.

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 Muy seguramente hay otros países con leyes similares a las aquí mencionadas, y esto refleja de qué manera los gobiernos están reaccionando en sus intentos por contrarrestar la poderosa influencia que algunos países con cuantiosos recursos económicos ejercen en el desarrollo de actividades políticas desestabilizadoras en otros, las cuales algunas veces conducen a guerras de invasión destructivas y costosas en vidas e infraestructura.

 Por lo visto hasta ahora, estas leyes están siendo efectivas en minimizar los riesgos de escalamiento de los conflictos en algunos países que las están aplicando con mesura y buen juicio. También es posible que su aplicación contribuya a esclarecer el rol que las organizaciones políticas realmente desempeñan de cara a sus afiliados de base que pueden ser ignorantes de los verdaderos propósitos que sus dirigentes persiguen. Porque, ¿quién en su sano juicio, después de haber visto la destrucción de Siria, donde los terroristas que atacaron al gobierno legítimo fueron financiados mayormente por las monarquías árabes, va a desear lo mismo para su país? Solamente aquellos que se consideran que están en una posición que les hace invulnerables a la violencia y tienen garantizado el mayor beneficio económico.

 Lo anterior, y habiendo observado cómo se desarrollaron y culminaron los conflictos armados en Centroamérica, permite comprender que entre los individuos y entidades que en la práctica funcionan como agentes extranjeros, hay algunos que lo hacen con plena conciencia y gusto, y hay algotros que puede considerarse que son inconscientes. A estos últimos tal vez se refería el periodista deportivo nicaragüense Miguel Mendoza, parte de los 222 presos liberados y exiliados, después de dar una entrevista jovial al periódico español El País, cuando advirtió: «Con nosotros veía gente humilde, que se subía por primera vez a un avión. Hay quienes no tienen familia en este país. Ojalá esa gente no termine abandonada».

 Porque el hecho es que a los más destacados personajes del grupo de 222 expulsados de Nicaragua, rápidamente se les encontró colocación y varios países les ofrecieron la ciudadanía. Pero algunos mestizos en el grupo no parecía que tuvieran la misma suerte, y esto lo expresó uno de ellos: «Mucha gente aquí teníamos trabajos formales, éramos oficinistas, administradores de negocios, y ahora acá… Uno de mis compañeros, de casi 70 años, manejaba una importadora de granos y ahora se está imaginando trabajar de guardia de seguridad. Yo era financiero de una multinacional, y posiblemente me toque trabajar aquí pintando casas o algo parecido. Es un golpe radical».


Nota: Esta elaboración está basada mayormente en información que al respecto se encuentra en la sección en inglés de Wikipedia y algunos datos proporcionados sobre el tema por ChatGPT, así como otros medios en internet, datos debidamente corroborados, aunque cualquier opinión que se trasluzca es de tipo personal.