Las Brigadas Médicas del ERP en el Suroriente

Años difíciles de construcción y aprendizaje: Las Brigadas Médicas del ERP en el Suroriente.

Por Fidel A. Romero

La estructura de brigadistas se mantenía concentrada en la clínica y en entrenamiento constante. Incluía algunos heridos y quemados que se habían producido en la zona y en los combates del cerro de Conchagua, específicamente dos quemados: Gabrielón y Ricardo El Amargo. Brigadistas eran solicitados con alguna frecuencia para salir a misión con alguna unidad. Los tres estudiantes de medicina asignados al Sur ya no estaban, Gina había muerto en Conchagua y El Pelícano con Norman Martínez fueron capturados en La Chapernera durante un operativo mientras estábamos en Conchagua.

Como responsable de la Brigada Médica (BM) en la zona, durante el primer año, había desarrollado y entrenado una cantidad de personal que era suficiente para cubrir las necesidades de las estructuras de servicio y los pelotones de la fuerza. Fueron desarrolladas algunas campañas como: sanidad militar, tratamiento profiláctico anti malario, dos campañas de vacunación antitetánica y educación para la salud; además, de atender la parte curativa en el personal acampado y población civil aledaña a los campamentos y familiares de los mismos. Se atendía todos los casos que llegaran, desde un herido, pasando por consulta pediátrica y ginecobstétrica hasta casos psicosomáticos generados por el ambiente tenso de guerra civil.

“… La salud de la población en las zonas conflictivas estuvo, casi en su totalidad, bajo la responsabilidad del FMLN.
 
Es difícil conocer exactamente la tasa de mortalidad general de las zonas, pues no existen registros estadísticos requeridos; existiendo únicamente la responsabilidad de dar respuestas a las demandas en los problemas de salud existentes, a pesar de las limitaciones de los recursos humanos y materiales.
 
Algunos de los programas desarrollados se orientaron a la educación en salud, inmunizaciones y capacitación de personal.
 
Se realizaron dos campañas de inmunización contra el tétano (1980-1987).
Habiéndose logrado cubrir la totalidad de combatientes del frente oriental Francisco Sánchez y, particularmente la base social de esas zonas.
 
Consideramos que ambos esfuerzos tuvieron muy buenos resultados ya que solo tuvimos reporte de dos combatientes que fallecieron con los signos y síntomas típicos del tétano.
 
Se efectuó un tipeo sanguíneo y RH a los combatientes y en caso de necesidad de transfusión de sangre, se contaba con grupos de donantes, considerados como banco de sangre.” http://opac.fmoues.edu.sv/cgi-bin/koha/opac-MARCdetail.pl?biblionumber=11021…”[1]
Personal urbano fue ingresando a la zona con cierta regularidad, entre ellos: Jehová Márquez “Cirilo”, Alejandro Canillón, Pepe Obrero, Fito, Carlos Asutrames, Clarita, Iván, Ernesto El Pando, Chepe Santos , etc. Estos, vinieron a fortalecer las estructuras partidarias, desarrollando un plan más completo que incluía: preparación, estructuración y entrenamiento de los pelotones, incluyendo la selección de los más experimentados de la fuerza, quienes fueron integrados a una escuadra especial, considerada lo mejor del Sur, su jefe era un muchacho de los cursillistas en Cuba de nombre Tony[2]. Otros elementos del plan incluían preparación del terreno, organización de masas o trabajo de expansión para desarrollar corredores hacia centros vitales y/o desarrollar nuevos trabajos y nuevas zonas.
Para foguear jefes militares y políticos, una actividad de carretera fue organizada en vísperas del Día del Trabajador. La actividad consistía en hacer un mitin político en el desvío El Brazo, en donde Fito y Pepe serian oradores, y estaría protegida por sendas emboscadas, organizadas a dos kilómetros a cada lado del mitin, una hacia Piedra Pacha, rumbo a Usulután, y la otra por Cantora, rumbo a El Delirio. Ambos lados tenían su retén periférico que desviaría buses y carros particulares para concentrarlos en el desvío El Brazo. Una regular cantidad de oyentes fue reunida y los oradores con un megáfono dieron su arenga de concientización. En ese momento, un rafagón es escuchado a unos 300 metros al lado de Cantora; un panel que era conducido por personas armadas de civil había sobrepasado el retén periférico sin ser detectado, un brigadista fue herido y se produjo una confusión.

Foto tomada de F/B : La radioperadora Patricia del Surorieente es atendida por una brigadista.

En mi caso, fungía como responsable del puesto médico ubicado aledaño a la concentración de civiles que escuchaban a los oradores. Pude observar y escuchar todo hasta que una potente explosión acompañada de ráfagas fue escuchada rumbo a la otra contención por Piedra Pacha, lo cual indicaba que la emboscada había funcionado y un vehículo con soldados había caído en ella. Alguien da la orden de retirarme con el herido hacia el rio de la hacienda Las Iguanas[3]. Este hecho es recordado por dos razones: la primera porque fue la primera vez que cargué un herido por largo tiempo y sin relevo, hasta que Clarita y Carlitos Asutrames consiguieron un tractor y el desplazamiento fue hecho con rapidez hasta Las Iguanas, y la segunda razón es porque fue traído un médico cirujano desde Jiquilisco para operar al compa herido. La intervención quirúrgica fue exitosa salvando su vida; pero sufrimos el mayor golpe militar dado al Sur en toda la guerra: La mejor escuadra, incluyendo a Tony su jefe, fue emboscada y aniquilada en el río de la hacienda Chilanguera.
1-La emboscada de Chilanguera: la mejor unidad militar del Frente aniquilada. Aprendizaje a un alto costo en vidas y sangre.
Entre 6 y 7 A.M., el Día de las Cruces, el 3 de mayo de 1981, fueron emboscados 18 compañeros en el río Chilanguera quienes cumplían misión de seguridad a dos médicos (Leonardo Parada y Miguel Orellana “El pelón”). Los dos médicos más dos guías de la zona (Canesa y no recuerdo el nombre del otro) salieron ilesos de dicha emboscada. Un tractorista de la hacienda quien conoció del movimiento de los médicos al interior de la zona, fue la única persona que pudo dar la información para montar la certera emboscada.
Faltando 15 minutos para las 4 de la mañana, habiendo terminado la operación abdominal de Concepción Rivera “Erick”[4], Leonardo dice que le gustaría irse en ese momento porque debe estar en el trabajo a las 9 AM en la clínica de Jiquilisco. De inmediato me dirijo a Cirilo, quien había estado pendiente de los resultados de la operación y era el segundo al mando después del Chelito Gonzalo para informarle del compromiso laboral del médico colaborador.
—Esto quiere decir que tienen que salir ya —me responde—. Se me ocurre enviar la mejor escuadra para seguridad, la de Tony, porque es la más experimentada. Entiendo que el pickup lo dejaron en la hacienda Chilanguera donde el tractorista que es base nuestra—.  Cirilo convoca de inmediato a la gente de Tony y les da indicaciones:
—Tony, con tu gente me vas a garantizar la seguridad de los médicos hasta pasar los dos puntos críticos que son: el río y adelante por unas elevaciones cerca de la carretera de El Cuco. Envía un rastrillaje paralelo a la calle y después de media hora, si no han topado con enemigo, que los médicos tomen el vehículo para su desplazamiento.
Yo, por ser anfitrión, solicito ir con ellos hasta la hacienda, a lo cual con buen criterio, Leonardo dice mientras Cirilo escucha:
—Agradezco todas las atenciones y medidas de seguridad para mi regreso, pero es mejor que tú quedes pendiente del operado que despertará en una hora, así puedes calmarlo ya que a veces hay reacciones no deseadas al despertar.
—Bien, Fidel, ante ese argumento, tú no puedes acompañarles —dijo Cirilo.
Todos en el campamento estaban a la expectativa del herido e impresionados por el apoyo médico obtenido. Esto daba mucha confianza además de subir la moral a los combatientes porque sabían que si eran heridos en combate, sentían seguridad de ser atendidos. Esto yo ya lo había palpado también en el norte de Morazán y era la razón del por qué todos se ponían en función de proteger o dar seguridad al personal médico.  Después de dos horas de haber salido de El Zálamo, una nutrida balacera y unos esporádicos disparos son escuchados. Cirilo –que aún permanecía en la clínica– se ve preocupado, y dice:
 
—Lo primero que se recomendó evitar hacer es lo que hicieron. Esa balacera es una mortal emboscada al pickup de los médicos y casi con seguridad que todos iban en la cama del carro. Lo peor está por venir.
El pelotón de Quique “El Peche” que cubría el lado de La Joyona, rumbo a Chilanguera, fue enviado a rastrillar el área de la emboscada con mucha cautela por si pudieran aparecer compañeros heridos. Encontraron los dos guías heridos quienes dieron el reporte que todos habían quedado muertos sobre la cama del pickup o a un lado por la subidita del río de Chilanguera, que los médicos habían sufrido heridas leves, pero aun así continuaron rumbo a la carretera del litoral para tomar bus para sus lugares. Todos los acampados sentimos el efecto del reporte, no entendíamos como los mejores combatientes habían desobedecido la indicación dada, teniendo como resultado 14 muertos y 4 heridos leves, y todas las armas recuperadas por el enemigo.
Había para esos días un conjunto llamado “Los Miramares” cuya música era muy popular entre la población acampada que era mayoritariamente de origen campesino. Los pocos radios existentes en las estructuras sonaban durante el día esas canciones bastante melancólicas de amores perdidos o en riesgos de perderse, etc. Hubo un suicidio. El colectivo político discutió con el jefe del frente Sur, “el Chelito Gonzalo”, sobre medidas a tomar para neutralizar la oleada melancólica y desmoralizadora entre los acampados; entre las medidas, hasta prohibieron escuchar música del tipo romántico y melancólico como la del conjunto musical Los Miramares[5].
Los campamentos sufrían deserciones y éstas eran más acentuadas entre los compas de origen urbano, quienes por desconocer el terreno, caían en el camino por informantes del ejército y desaparecían. He sabido de algunos de ellos vía cibernética, por internet en la página de Facebook, conectando con personas quienes han proveído importantes datos a las narrativas. Esto me ha producido mucha alegría porque los creía muertos por las garras de los orejas o los mal llamados cuerpos de seguridad de la época de guerra.
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[1] Romero Sigarán, F. A.,
Experiencias en el campo de la salud en áreas urbanas y rurales durante una
década, pps
25,
trabajo presentado a Facultad de Medicina, UES, previa opción al título Dr. en
Medicina, Oct. 1992.
[2] Un muchacho urbano y con
preparación militar en el exterior.
[3] En
ese lugar el rio toma el mismo nombre de la hacienda, y es el mismo rio Grande
de San Miguel o Xiramá.
[4]
Brigadista herido dos días antes, había sido catequista del Castaño y los
Naranjos de Jiquilisco, originario de la Villa-Jucuar
án.
[5] El Grupo
Miramar fue una
agrupación musical, cuyos integrantes son
originarios de 
Río Grande, Oaxaca, México.
Pionero dentro de la música grupera Mexicana de su estilo
denominado «Balada Romántica» o «Balada
Tropical»; obtuvieron fama en la décadas de los 70’s, 80’s y 90’s con
canciones como Una Lágrima y
Un Recuerdo, Pobres Niños, Aquel Inmenso Amor, Amor de
Verdad, entre otros. http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_Miramar.