Héroe Marxista e Icono del Mercantilismo: el Legado Dividido del Che Guevara

La ejecución de Che Guevara en una escuela boliviana hace 50 años tuvo consecuencias imprevistas. Inmortalizó la imagen del muchacho del póster de la revolución, pero también aseguró que su imagen sería puesta en mercancías tales como toallas de té y paquetes de cigarrillos.

Jay Cantor, autor de La muerte del Che Guevara, describe la mercantilización del revolucionario marxista como una de las grandes ironías que rodean al líder guerrillero.

«Puedes comprar camisetas con el Che en ellas. Probablemente haya agua de colonia Che por todo lo que sé. La cooptación de todo tipo de rebelión por mercantilización es asombrosa. La única manera de superar esa cooptación es recordar por qué luchó.»

El papel de Ernesto Guevara –o Che como fue llamado por sus camaradas– en el derrocamiento de la dictadura del general Batista en Cuba, en 1959, le trajo infamia. Pero es su fracaso en replicar ese éxito cuando llegó a Bolivia que solidificó su lugar en la historia como un mártir izquierdista.
Sus últimos meses a través de 1966 y 1967 están registrados en su propio diario, en tanto pasa de describir su fuerza rebelde como «superhumanos invencibles», a presenciar cómo sus camaradas fueron gradualmente eliminados por las fuerzas bolivianas.
Bolivia
Después de semanas de cavar cuevas en las colinas entre Sucre y Vallegrande, Bolivia, Guevara dio asignaciones militares a su grupo de guerrilleros. Había llegado al país disfrazado de  hombre de negocios, calvo y afeitado, con el nombre de Adolfo González.

Siendo ya una gran espina en el costado de sus enemigos neocoloniales, Guevara estaba listo para llevar su forma de revolución a América del Sur, pero tenía sólo 12 hombres con quienes hacerlo. Llegó el 12 de diciembre de 1966. Menos de un año después Guevara estaría muerto, capturado y ejecutado por fuerzas bolivianas respaldadas por Estados Unidos en una celda improvisada de una escuela del pueblo de La Higuera.
El legado del Che
Cantor, que pasó 15 años investigando su vida, considera a Guevara una figura histórica compleja, capaz de gran compasión, pero también de fría violencia, una dualidad demostrada en su falta de remordimiento al ejecutar a los traidores, y al mismo tiempo no tener el corazón para atacar a los soldados enemigos que parecían estar durmiendo.

«Lo que lo hizo interesante para mí es que él no era sólo una cosa. Era un personaje complicado «, dice Cantor.
«Guevara fue alguien que dijo que un revolucionario estaba guiado por grandes sentimientos de amor y que también era alguien que decía «tenemos que hacernos máquinas asesinas frías, selectivas y violentas». Creo que ambos eran aspectos de su carácter. «
«Parecía ser una extraña amalgama de instintos muy humanos y era claramente capaz de violencia», dice Cantor.

«Una vez que se movía a la violencia, claramente un interruptor se activaba y él actuaba como creyó que la historia lo requería. Siempre es muy peligroso cuando la gente dice que está actuando como la historia lo requiere.»

Jim Fitzpatrick, creador del emblemático «Viva Che», describe al argentino como un «mártir».
Él cree que el legado de Guevara es un símbolo de protesta. Sin embargo, Fitzpatrick se resiente cuando las imágenes, como la impresión de una boina con el Che, se utilizan como objetos de mercadeo.
«Lo que no me gusta es la cruda comercialización de las mismas. No me importa quién lo use para la demostración o para defender los derechos humanos «, dijo Fitzpatrick, hablando de sus obras de arte originales.
«Es un símbolo izquierdista. No se debe usar para paquetes de cigarrillos. Odio ese tipo de uso comercial de la misma. Odio que se utilice para lo que yo llamo basura.
Fuente de esta nota:
rt.com (traducción de Baneste).