¿Es Qanon un Culto Peligroso?

La rápida expansión en Estados Unidos del culto de extrema derecha Qanon, es bastante revelador de las nuevas estrategias de reclutamiento de adeptos con fines violentos que están impulsando los grupos de extrema derecha para avanzar su lucha por el poder político, incluyendo la lucha electoral, la cual deslegitiman de antemano si el resultado le es adverso, para justificar sus ataques posteriores. Este culto ha sido calificado como una «alucinación colectiva».

Es bastante probable que la mayoría de los estadounidenses conozcan al menos a una persona, incluyendo familiares y amigos cercanos, que se han convertido en seguidores del descabellado culto conspirativo marginal conocido como Qanon. Los cultos extremistas han plagado a Estados Unidos en el pasado; lo que hace a Qanon tan diferente de la Familia Manson, el Templo del Pueblo (People’s Temple), Rama Davidianos, Portal del Cielo (Heaven’s Gate), Raelianos y NXIVM, es que esos eran grupos relativamente más pequeños y estaban concentrados en ciertas regiones geográficas, por ejemplo, en el sur de California, Oakland, Texas, West Virginia, y el estado de Nueva York. Qanon, por otro lado, tiene muchos seguidores en todo el país y, cada vez más, en el mundo entero. Qanon, que mantiene los cimientos de la supremacía blanca y el neonazismo, es una secta dentro del amplio culto a la personalidad de Donald Trump. 
Nacidos de la desaparecida comunidad web de 8chan, los cultistas de Qanon ahora se encuentran en todas partes en el ciberespacio donde los adoradores de Trump y los radicales de extrema derecha permanecen, desde 4chan a Gab y de Parler a Ello. Qanon representa una amenaza suficiente para que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) lo considere un grupo «extremista nacional impulsado por la teoría de la conspiración».

Lo que hace que Qanon sea más peligroso es que ha sido reconocido en Twitter por su líder de culto, el presidente Donald Trump. Varios candidatos republicanos a cargos públicos, incluida la Cámara de Representantes y el Senado de los Estados Unidos, se han identificado con el culto; una de ellas, Marjorie Taylor Greene, es considerada la probable ganadora de la carrera por la Cámara de Representantes en el distrito 14 del Congreso de Georgia, particularmente después de que su oponente demócrata, Kevin Van Ausdal, anunció que abandonaba abruptamente la carrera y se retiraba del estado. Fuentes del Partido Demócrata citaron el divorcio de Van Ausdal como la razón de su salida de la contienda electoral. El actual representante republicano Tom Graves, que optó por no presentarse a la reelección, sorprendió a su personal al anunciar que se jubilaría en octubre, dejando su escaño abierto durante dos meses. Estas dos decisiones se tomaron después de que Trump tuiteó su apoyo al cultista de Qanon Greene, un ex residente de los suburbios de Atlanta, escribiendo: «Marjorie es fuerte en todo y nunca se rinde, ¡una verdadero GANADORA!». Greene se había mudado al noroeste de Georgia después de que Graves anunciara que no buscaba otro mandato; no conocía a nadie en el distrito y la mayor parte del efectivo de su campaña provenía de fuentes de dinero oscuro, principalmente de fuera del estado y con vínculos con el Comité del Congreso Nacional Republicano; el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows; el Representante Republicano de Ohio Jim Jordan y el Representante Republicano de Arizona Andy Biggs; el Caucus de la Libertad de la Cámara; KOCHPAC; el Fondo de Victoria Política de Ciudadanos Unidos y la Fundación Heritage de derecha.

Hubo informes de que tanto Van Ausdal como Graves habían recibido amenazas de miembros de Qanon. Es probable que a Greene se le una en la Cámara la cultista de Qanon Lauren Boebert, quien derrotó al representante republicano Scott Tipton por el tercer escaño de distrito del Congreso de Colorado en las primarias republicanas. Boebert acusa falsamente al actor Tom Hanks de ser ciudadano de Grecia y, por lo tanto, no tiene permiso legal para financiar campañas estadounidenses, incluida la de Joe Biden. Otros seguidores de Qanon ganaron las primarias republicanas para la Cámara de los Estados Unidos en Florida, Illinois, California y Arizona. Los cultistas de Qanon Jo Rae Perkins y Lauren Witzke ganaron las primarias republicanas en Oregon y Delaware, respectivamente, para el Senado. Los partidarios de Qanon, Shiva Ayyadurai y Derrick Grayson, se postulan como candidatos republicanos para el Senado en Massachusetts y Georgia, respectivamente.

Qanon se ha convertido en algo parecido a los paramilitares nazis de Sturmabteilung (SA, Sección de Asalto). Las SA sirvieron como músculo político de los nazis de Adolf Hitler antes del surgimiento de la temida Schutzstaffel (SS). Sin embargo, a medida que se eligen más cultistas de Qanon para el Congreso de los Estados Unidos, las legislaturas estatales, las juntas de condado y los consejos municipales, lo que ahora se considera un grupo marginal de conspiradores podría convertirse en un culto secreto dentro del Partido Republicano.

Un núcleo de Qanon imponiendo la doctrina de Trump mediante la intimidación, la coerción y la amenaza física, llegará a parecerse a las SA y las SS y transformará al Partido Republicano en un clon del Partido Nazi, en el que las SS implantarán la disciplina del partido con la pena de muerte. De hecho, se ven los inicios de tal brazo de aplicación entre algunos de los amigos de Marjorie Greene en Georgia, incluido Chris Hill, jefe de III% Security Force Georgia, y entre las filas de los extremistas de derecha Tres por Ciento, Propietarios de Armas, Guardianes de Juramento, Milicia de Pie Ligero, Resistencia Masiva y Alianza en Defensa de la Libertad. Hill ha prometido que su «milicia» exigirá una sangrienta retribución si Joe Biden le «roba» la elección a Trump.

La retórica de Hill y sus asociados de bandas armadas de derecha no es diferente de la de los líderes de las SA y SS de Hitler. Hasta la fecha, los cultistas de Qanon han cometido asesinatos en los estados de Washington y Nueva York. Un seguidor de este culto disparó un rifle AR-15 en una pizzería de Washington, DC, afirmando falsamente que el sótano del restaurante albergaba una prisión de menores de edad esclavizados sexuales, pese a que el restaurante no tiene sótano. El tirador creía en una teoría absurda llamada «PizzaGate» que asegura que los principales líderes demócratas dirigen una red de esclavos sexuales infantiles. Otro adherente de Qanon estacionó un vehículo blindado conteniendo municiones, cubriendo los carriles de tráfico de un puente cerca de la presa Hoover. Un seguidor de ese mismo culto también ocupó una torre en una planta de cemento en Tucson, Arizona. Otra seguidora de Qanon fue atrapada con cuchillos después de que ella declaró que iba a asesinar a Joe Biden y Hillary Clinton, y que atacaría el barco-hospital estadounidense USNS Comfort, mientras estaba atracado en la ciudad de Nueva York. Un ingeniero de trenes que creía en la teoría de Qanon acerca de que los barcos hospitales de la Marina de los Estados Unidos se utilizaban para albergar a menores de edad víctimas de trata, intentó estrellar su tren contra el USNS Mercy, mientras éste estaba atracado en el puerto de Los Ángeles. Qanon ha afirmado falsamente que las organizaciones Save the Children y Wayfair están involucrados en el tráfico sexual de menores, y que John F. Kennedy Jr. fingió su muerte en avión y está ayudando en secreto a Donald Trump a rastrear una red global de pedófilos.

Además de Hillary Clinton, Barack Obama, Joe Biden y Tom Hanks, otros objetivos favoritos de los cultistas de Qanon incluyen a Francis Ford Coppola, John Podesta, el Dr. Anthony Fauci, la Organización Mundial de la Salud, la masonería, las Naciones Unidas, George Soros, la Rothschilds, Bill Gates, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos y casi cualquier cosa o cualquier persona que el actual presidente de Estados Unidos haya atacado en Twitter. Otros cultistas de Qanon se están postulando a cargos públicos, todos como republicanos o como terceros en varios Estados, incluyendo California, donde su número es significativo.
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(Esta nota está basada, con omisiones, en un artículo escrito por Wayne Madsen, publicado el 20 de septiembre de 2020).