«Una vida en el cine» de Alberto Masferrer


    Una vida en el cine es la breve historia de un amor platónico que se engendra y transcurre en el curso de cuatro veladas en un cine de la ciudad de San Salvador en la segunda década del siglo XX, en donde los protagonistas, un finlandés y una salvadoreña, llegan a amarse tácitamente, de modo que el testimonio de su sentimiento sublime solo queda plasmado en el manuscrito que deja a la posteridad el amante nórdico, aunque, en su momento, ambos estuvieron conscientes de que se amaban. 

    El autor explica que un profesor de idiomas que conoció en París le hizo entrega de un manuscrito que le había confiado un amigo (ya muerto) con el encargo de que lo hiciera llegar a las manos de una mujer en San Salvador, de nombre Julia Stoffel. Después de varios años de búsqueda infructuosa, en los que todo lo que pudo deducir es que el nombre de la fémina era un seudónimo y que probablemente se había marchado hacia Estados Unidos, decidió publicar el escrito que le había sido confiado con la esperanza de que fuera leído por aquella a quien iba dirigido.

    Bajo el título de «Diario Íntimo de Michel Andrewsky», la narración se transfiere al autor del manuscrito que está estructurado en entradas de poca extensión, no a la manera de entradas en un diario, sino como remembranzas, numeradas a modo de capítulos, intercalando la narrativa con reflexiones de carácter sentimental. La obra tiene tres instancias narrativas: la del autor, que abre y cierra el relato, limitándose a proporcionar únicamente los datos necesarios para explicar el origen y el final de lo acontecido; la del escritor del diario, que deja constancia de sus motivos; y la de Julia, el personaje principal, que cuenta la historia de su vida, y cuyo relato constituye en sí el fondo de este pequeño y poco conocido libro de Alberto Masferrer.

Michel Andrewsky, un médico finlandés que trabaja en una mina en el oriente de El Salvador, entabla conversación con una atractiva mujer que ha llamado su atención desde que la vio varias veces antes en el cine donde ahora están viendo el filme «La Diosa», que está siendo exhibido por capítulos, uno en cada jornada, y del cual restan tres veladas.

Andrewsky se sienta al lado de la mujer que está en compañía de una niña, y luego de insistir amablemente en ofrecerse a ser su confidente, señalando haber observado que algo la aqueja, logra que ella le confíe las intimidades de su vida, de los motivos por los que los hombres apenas la saludan y las mujeres parecen ignorarla, aunque pertenecen a la misma clase social y han sido compañeras desde la primaria. El relato de Julia Stoffel se produce por jornadas, durante la exhibición de los capítulos de la película que están presenciando. De manera muy puntual y clara hace una narración que no solamente explica la forma en que fue formada y educada para desenvolverse en un medio social donde predominan las falsas apariencias y las acciones o decisiones de las personas están determinadas en gran medida por el «qué dirán» los demás, sino que también revela el suceso que la impulsó hacia su liberación.

Un pequeño libro de muy fácil y agradable lectura, sorprendente en el sentido de la temática que aborda, utilizando como pretexto un enamoramiento del tipo puramente romántico. Al leerlo, se deduce el motivo por el cual no ha sido incluido en el currículo del sistema educativo salvadoreño: Contiene una agria crítica al sistema patriarcal donde las mujeres no pasaban de ser vistas como muñecas de sala u objetos de propiedad para ser exhibidas por el macho dominador. Aunque la temática ha sido abordada desde los autores clásicos, y más ampliamente por novelistas europeos del siglo XIX, tal el caso de Eurípides con su tragedia Medea, y la escritora inglesa Jane Austen en varias de sus novelas, resulta muy interesante encontrarla abordada por un autor salvadoreño que le pone el matiz tropical a ese sistema que aún prevalece en muchas partes del mundo, pese a los avances que han habido en las luchas emancipadoras de las mujeres.


Personajes:

Michel Andrewsky, autor del manuscrito.
Julia Stoffel, la mujer de quien se enamora Andrewsky.
Jorge, esposo fallecido de Julia.
EIsa Koller, una sueca de ideas avanzadas.
La tía Benedicta, la señora a cargo de la educación de Julia.
Enrique Holland, depositario del manuscrito de Andrewsky

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«No somos lo que pudimos ser (usted lo decía la primera noche que hablamos); en la frente de cada uno debería escribirse la palabra fracaso, y el mejor epitafio para nuestro sepulcro sería casi siempre este: ‛Aquí yace otro que luchó y fue vencido’».
(Julia Stoffel).