Resumen Breve de «El Mercader de Venecia»

Por Esteban Balmore Cruz

Tipo de obra: Drama

Autor: William Shakespeare
Género: Comedia
Ubicación: Venecia, siglo XVI
Primera presentación: 1598
Personajes:

Antonio, un mercader de Venecia
Basanio, amigo de Antonio y pretendiente de Porcia
Shylock, judío prestamista padre de Jessica
Porcia, rica heredera, pretendida por varios caballeros
Nerissa, dama de compañía de Porcia
Jessica, hija de Shylock
Graciano,
Lorenzo
Salerio y
Solanio, amigos de Antonio y Bassanio
Leonardo, criado de Bassanio
Lancelot, un bufón, criado de Shylock, después al servicio de Bassanio
Duque de Venecia


Comentario breve

El Mercader de Venecia es un drama que se basa en la historia de un prestamista judío que exige que un deudor cristiano antisemita se comprometa a pagar su deuda con una libra de carne, en caso que el total del préstamo (con sus intereses) no sea cancelado en la fecha establecida. Habiendo sido representada por primera vez en 1598, se considera que esta obra es un estudio de William Shakespeare sobre las diferencias religiosas de la época a que se refiere, y que —precisamente por lo delicado del tema— resulta controversial hasta el día de hoy.

Resumen

Bassanio, un joven de Venecia, necesita un préstamo de tres mil ducados para poder cortejar a Porcia, una rica heredera veneciana. Acude a su amigo Antonio, un comerciante al por mayor. Antonio está escaso de dinero porque toda su riqueza está invertida en su flota, que actualmente está en el mar, por lo que —deseoso de ayudar a su amigo— acude a un prestamista judío de nombre Shylock, quien le odia por sus expresiones antisemitas hacia él en ocasiones previas..

El usurero, sin embargo, acepta hacer el préstamo a corto plazo, pero (en un momento de humor malsano) pone como condición que el préstamo debe ser devuelto en tres meses o le exigirá una libra de carne a Antonio. El joven comerciante declara estar de acuerdo, confiando en que sus barcos volverán a tiempo y no tendrá problemas para cancelar lo adeudado.

Por otro lado, debido a los términos del testamento del padre de Porcia, todos los pretendientes deben elegir entre tres cofres, uno de los cuales contiene un retrato de ella. Si el interesado elige el que contiene el retrato, puede casarse con Porcia; pero si no lo hace, debe prometer que nunca se casará ni cortejará a otra mujer. Los príncipes de Marruecos y Aragón no pasan la prueba y son rechazados. Mientras Bassanio se prepara para viajar a Belmont para someterse a la prueba, su amigo Lorenzo se fuga con Jessica, la hija de Shylock, llevándose ella parte de las riquezas de su padre. Al llegar a Belmont, Bassanio acierta (con mucha ayuda) en seleccionar el cofrecillo que contiene la foto, y Porcia acepta felizmente casarse con él de inmediato.

Mientras tanto, dos de los barcos de Antonio han naufragado y sus acreedores lo presionan para que se les devuelva el dinero. Bassanio se entera de la situación de Antonio, y se apresura a volver a Venecia, dejando atrás a Porcia. Pero ella lo sigue, acompañada por su dama de compañía, Nerissa. Ellas van disfrazadas, una de abogado, y la otra como su secretario. Cuando Bassanio llega, la fecha de reembolso a Shylock ha pasado y el judío exige su libra de carne. Incluso cuando Bassanio ofrece mucho más que la cantidad de lo adeudado, el prestamista, ahora enfurecido por la pérdida de su hija, intenta vengarse de los cristianos. El Duque de Veneecia se niega a intervenir.

Porcia llega disfrazada de joven abogado para defender a Antonio. Dada la autoridad de juicio del duque, decide que Shylock puede tener la libra de carne mientras no saque sangre, ya que es contra la ley derramar la sangre de un cristiano. Como es obvio que sacar una libra de carne sangraría a Antonio, se le niega a Shylock su demanda. Además, por conspirar para asesinar a un ciudadano veneciano, el joven abogado ordena que pierda toda su riqueza, y que la mitad de ésta sea para Venecia, y la otra mitad para Antonio.

Antonio le devuelve su mitad a Shylock con la condición de que la legue a Jessica, su hija desheredada. El judío también debe convertirse al cristianismo. Sintiéndose derrotado, el prestamista acepta todas las condiciones. Poco después llega la noticia de que los barcos que quedan de Antonio han regresado sanos y salvos. Con la excepción de Shylock, todos celebran un final feliz del asunto.