Ser Revolucionario en la Actualidad

Earl Gilman en una protesta


El Revolucionario Actual

Es fácil ser revolucionario por 2 o 3
años.  Después, la impaciencia es natural, pero más tarde es fácil ser un
cínico.  La izquierda tiene muchas debilidades: una falta de autocrítica,
el caudillismo, el oportunismo, etcétera.  Son reflejos del mismo sistema
capitalista dentro la izquierda.

No es lo mismo ser crítico que ser cínico.  La crítica es necesaria para
superar, pero el cinismo sirve solo para justificar el abandono de la lucha.

Hay una furia en los pueblos contra el capitalismo de «libre comercio.»
Pero como la canción de Gabino Palomares dice: «hay que convertir la furia
en estrategia.»  La estrategia consiste en analizar la lucha de
clases como muchas luchas, muchos pasos, que requieren mucha paciencia.

Mientras tanto, ¿cómo sobrevivir? El capitalismo ha declarado la guerra contra
la libertad humana. Es fácil sobrevivir callándose la boca. Pero
“revolucionarios miedosos» no sirven para nada.  Tenemos que aprender
a enseñar las ideas revolucionarias en forma sencilla: el sistema ha convencido
hasta a los pobres que la pobreza es natural. Tratan de convencernos que la
injusticia es natural; que no existe el progreso humano sino el progreso de las
máquinas para el consumismo. El Partido Revolucionario es un Ejército de
Principios basados en el humanismo.

El revolucionario tiene que  mover el
pensamiento hasta el borde del mundo posible. Tiene que estar comprometido con
el futuro y no con  la actualidad como un
simple espectador, aunque la actualidad parezca duradera. La actualidad es un
manicomio… aceptarlo es volverse loco. Urge transformar la actualidad: barbarie
capitalista o revolución socialista.

Earl Gilman