Hesíodo escribió un poema sobre la agricultura, llamado Los trabajos y los días, también la Teogonía, que es valioso por su relato de los dioses de la antigüedad. Su Escudo de Hércules, y algunos otros, ahora están perdidos.
Arquíloco escribió elegías, sátiras, odas y epigramas, y fue el inventor de los versos denominados yámbicos; estos son atribuidos por algunos a Horacio que empleó ese género poético en los Épodos. Solamente se tienen algunos fragmentos de su poesía. Se supone que vivió alrededor de 742 a. C.
Alceo de Mitilene es el inventor de los versos alcaicos. De todas sus obras no quedan más que algunos fragmentos encontrados en Atenas. Vivió alrededor de 600 a. C. Fue contemporáneo, amigo y presunto amante de la famosa poetisa Safo. Ella fue la creadora de la estrofa sáfica y habría compuesto nueve libros en verso, además de epigramas, elegías, etc. De todos estos, solo quedan dos piezas y algunos fragmentos citados por Dídimo.
Teognis de Megara escribió varios poemas, de los cuales inicialmente solo se conocieron algunas líneas, citadas por Platón y algunos otros. La obra que se le atribuye consiste en una poesía nómica bastante propia de la época, con máximas éticas y consejos prácticos sobre la vida. Fue el primer poeta griego conocido en expresar preocupación por el destino final y la supervivencia de su propia obra. Estuvo activo alrededor de 548 a. C.
Simónides de Ceos (556-468 a. C.) escribió elegías, epigramas y piezas dramáticas; también poemas épicos, incluyendo uno sobre Cambises, rey de Persia. Una de sus composiciones más famosas, «Las Lamentaciones», un hermoso fragmento, aún se conserva. Tespis, que se considera el inventor de la tragedia y primer actor de la Historia, vivió en esta época.
Anacreonte (574-485 a. C) en su lírica canta los placeres del amor (tanto masculinos como femeninos) y el vino, y rechaza la guerra y el tormento de la vejez, así como el culto a Dionisio, apenas en expansión en su época. Sus poemas fueron copiados e imitados en épocas más tardías: le fueron asignados a él en su totalidad aunque en la actualidad se supone que no son suyos. A este compendio de poemas se le llama Anacreónticas y pertenecen, en su mayoría, a la época bizantina.
Esquilo es el primero que introdujo a dos actores en el escenario vistiéndoles con atuendos adecuados. También eliminó el asesinato en la representación dramática. Escribió noventa tragedias, de las cuales siete existen, a saber, Los persas (472 a. C.), Los siete contra Tebas (467 a. C.), Las suplicantes (463 a. C.), Orestíada (458 a. C.) que comprende: Agamenón, Las coéforas, Las euménides y Prometeo encadenado.
Píndaro fue contemporáneo de Esquilo. La mayoría de las obras de Píndaro han perecido. Había escrito algunos himnos a los dioses, poemas en honor de Apolo, ditirámbicos a Baco y odas sobre varias victorias obtenidas en los Juegos Olímpicos, Juegos Ístmicos, Juegos Píticos y Juegos Nemeos. De todos sus escritos solo quedan las odas.
Sófocles (430-415 a. C.) fue el primero en aumentar el número de actores a tres y agregó las decoraciones de paisajes pintados. Compuso ciento veinte tragedias, de las cuales solo se conservan siete, que son: Ajax, Electra, Edipo rey, Antígona, Las Tracnias, Filoctetes y Edipo en Colono.
Platón, el poeta cómico (no el filósofo), llamado el príncipe de la comedia media, y de cuyas piezas quedan algunos fragmentos, fue contemporáneo de Aristófanes. De las treinta obras que se le atribuyen, ninguna se ha conservado. En algunas de sus obras como en Hipérbolo, en Pisandro y en Cleofonte, hizo sátiras de reconocidas personalidades de su tiempo.
También en esta época (siglo V a. C.) vivió Aristarco, el poeta trágico de Tegea, que compuso setenta tragedias, una de las cuales, titulada Aquiles, fue traducida al verso latino por Ennio.
Heródoto de Halicarnaso (484-425 a. C.), escribió una historia de las guerras de los griegos contra los persas, desde la era de Ciro hasta la batalla de Mycale, incluyendo un relato de las naciones más célebres del mundo. Además de esto, habría escrito una historia de Asiria y Arabia que no existe. Hay una Vida de Homero generalmente atribuida a él, pero de forma dudosa.
Eurípides, que vivió en esta época, escribió setenta y cinco o, como dicen algunos, noventa y dos tragedias, de las cuales solo se conservan diecinueve. Como dramaturgo, fue el rival de Sófocles.
Sobre el comienzo de la guerra del Peloponeso, florecieron muchos autores célebres, entre los que se encontraba Aristófanes, que escribió cincuenta y cuatro comedias, de las cuales solo se conservan once, siendo estas: Los acarnienses, Las aves, Las nubes, Las asambleístas, Las ranas, Los caballeros, Lisístrata, La paz, Pluto, Las Tesmoforias, y Las avispas.
Además, Cratino y Eupolis (siglo V a. C.), quienes con Aristófanes son mencionados por Horacio, fueron célebres por sus escritos cómicos. Ellos tres eran considerados los grandes maestros de la comedia antigua de Atenas.