Resumen de la Obra «Antígona»

Por Esteban Balmore Cruz


Tipo de obra: Drama
Autor: Sófocles
Género: Tragedia
Ubicación: La ciudad de Tebas, antigua Grecia
Primera presentación: 440 a.C.
Personajes principales:

Creonte, tirano de Tebas.
Antígona, hija de Edipo.
Ismene, hermana de Antígona.
Hemón, hijo de Creonte.
Tiresias, un profeta.

Comentario Breve

Aunque el asunto principal
de este drama parecería sin mucha importancia en la actualidad, la
discusión de las responsabilidades de un gobernante son tan
pertinentes ahora como lo fueron en la antigua Grecia. Los personajes
de la obra se mueven hacia su trágico final con oratorias altamente
dramáticas, en tanto que los problemas morales y filosóficos de la
trama son presentados a través del coro y los soliloquios. Cuando se
presentó por primera vez, esta obra fue tan exitosa con las
audiencias de Atenas que Sófocles fue nombrado General en la guerra
contra Samos.

Resumen

Polinices y Eteocles,
hijos de la maldecida familia del rey Edipo, condujeron dos ejércitos
a las puertas de la ciudad de Tebas, y ambos hermanos fueron muertos
en un combate entre ellos. Su tío, Creonte, el tirano reinante de la
ciudad, ordenó que le fueran conferidos ritos de sepultura completos
a Eteocles; pero que a Polinices, quien había atacado la ciudad, se
le debía dejar sin ser sepultado y que no se le debía guardar luto.
Quienquiera que fuere que violase este decreto sería penalizado con
la muerte.

Antígona e Ismene, las
hermanas de Polinices y Eteocles, discutieron esta orden, y con
profundo pesar en su corazón por su hermano que no había sido
enterrado, Antígona le pidió a su hermana ayuda para sepultarlo.
Cuando Ismene se negó a apoyarla en tan riesgosa y peligrosa tarea,
Antígona fue desafiante a sepultar a Polinices.

Poco después Creonte supo
a través de un guardián que el cadáver había sido enterrado, y
encolerizado, el gobernante le ordenó que encontrara al perpetrador
del hecho. El guardián regresó a la tumba y desenterró al muerto,
y su estratagema funcionó porque cuando Antígona volvió al lugar y
encontró el cuerpo de su hermano desenterrado, llenó el ambiente
con sus audibles lamentos, los cuales atrajeron la atención del
guarda, quien procedió a capturarla y a llevarla ante la presencia
de Creonte.

Siendo interrogada por el
tirano monarca, ella respondió que enterrar un cuerpo era obedecer
las leyes de los dioses, aunque fuera en contra de las leyes de los
hombres, y su respuesta enfureció a Creonte, quien determinó que la
joven debía morir. Ismene intentó suavizar el corazón de Creonte
con respecto a su hermana, recordándole que Antígona estaba
comprometida con su hijo Hemón, pero el rey se mantuvo firme en su
decisión.

Por su parte, Hemón
provocó la cólera de su padre con sus argumentos de que debía
revertir su cruel decreto, ya que Antígona gozaba de la simpatía
popular. Creonte dijo que no le importaban las ideas del pueblo, a lo
que su hijo contestó que su respuesta era tonta, ante lo cual el
gobernante ordenó que la muchacha fuera muerta ante los ojos de
Hemón, y el joven huyó amenazando venganza. Seguidamente, Creonte
ordenó que Antígona fuera encerrada en una cueva en las afueras de
Tebas y que fuera abandonada allí para que muriera por su crimen en
contra de su decreto.

Cuando Antígona fue
conducida de la ciudad a la cueva en donde fue encerrada, el pueblo
la acompañó lamentando su destino. Durante todo este tiempo el
cadáver de Polinices yacía desenterrado y el profeta Tiresias le
advirtió a Creonte que los dioses no estaban contentos con su
acción, y que debía sepultarlo. Le presagió que más temprano que
tarde su hijo Hemón moriría si no enterraba a Polinices y
rescataba de la cueva a Antígona.

Dándose por enterado que
las profecías de Tiresias nunca habían sido falsas, Creonte se
apresuró para revertir el destino que el vidente había vaticinado.
Rápidamente ordenó que se preparara una tumba para Polinices, y él
mismo se encaminó a liberar a Antígona; pero la voluntad de los
dioses no podía cambiarse tan fácilmente. Cuando llegó a la cueva,
escuchó la voz de su hijo al interior. Creonte entró
en la caverna y pudo ver que Antígona se había ahorcado con una
cuerda hecha de su propio vestido, mientras que Hemón —al verlo—
se le fue encima con la espada en la mano, como si fuera a atacarlo,
pero en vez de ello le escupió. En seguida, Hemón se dejó caer
sobre su propia espada, causándose la muerte por el pesar que le
producía la pérdida de su amada. Las noticias de estos hechos
rápidamente llegaron a la ciudad y la esposa de Creonte, al escuchar
tantas desgracias, se suicidó.

De regreso a Tebas, con el
cadáver de su hijo, Creonte se enteró del fallecimiento de su
esposa, y viendo que su vida ya no tenía significado, dispuso que lo
sacaran de la ciudad al exilio, convirtiéndose él mismo en la
víctima final de su cruel tiranía.

Enlaces relacionado:

Resumen de la Obra «Edipo Rey»

Breve resumen de la obra literaria Edipo Rey del autor griego Sófocles.


Por Esteban Balmore Cruz



 
Autor:
Sófocles

Género:
Tragedia
Ubicación:
Tebas, Grecia
Personajes:
Edipo, rey de Tebas
Sacerdote
Creonte, hermano de Yocasta
Coro de
ancianos de Tebas
Tiresiasadivino anciano y ciego
Yocasta, esposa
de Edipo y viuda de Layo
Mensajero primero
Mensajero Segundo


SÍNTESIS
LITERARIA


Atendiendo
clamores de los habitantes de Tebas, Edipo decide averiguar cual es
el motivo de las calamidades que azotan a la ciudad, y cuales
deberían ser las acciones a seguir para restaurar la situación de
bienestar que ha sido alterada. El comisionado para esta misión
resulta ser Creonte, cuñado de Edipo, y uno de los hombres de más
confianza del rey.


Edipo
es considerado por los ciudadanos de Tebas como un gobernante muy
sabio y magnánimo, famoso por su gran capacidad para resolver
enigmas, y muy querido por haber salvado a la ciudad de muchas
calamidades, entre otras, la esfinge y el pago de impuestos. Considerado por todos
y considerándose a sí
mismo íntegro, sin
culpa, el rey Edipo decide descubrir al asesino de Layo, su
antecesor, quien fuera asesinado, según el decir del pueblo, por una
banda de asaltantes. Al regreso de Delfos, a donde fue a consultar a
Febos, Creonte informa a Edipo en presencia de todos, de la necesidad
de descubrir al asesino y castigarle con la muerte o la expulsión,
como condición de salvar a la ciudad de la catástrofe y retornar a
la normalidad. Muy bien intencionado, el rey Edipo pronuncia una
sentencia muy severa para el que sea descubierto culpable. Pero en la
búsqueda del esclarecimiento de la muerte de Layo, un anciano
adivino no-vidente es traído ante el rey y la concurrencia, y bajo
presiones de Edipo, se ve obligado a publicar el enigma que descubre
al mismo rey como el único responsable del asesinato. Además
el enigma develado por el anciano también plantea el cumplimiento en
la persona de Edipo, de una anterior profecía de un oráculo, la
cual establecía que Edipo seria el asesino de su propio padre y que
se casaría y tendría hijos con su propia madre, que vagaría
errante por el mundo, ciego y despreciado por la gente.


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OBJETIVO DE SOFOCLES EN LA OBRA
“EDIPO REY”

El objetivo de Sófocles
en la obra Edipo Rey, es plantear que la justicia divina (en
este caso de Zeus) se cumple exactamente tarde o temprano, a pesar de
la aparente imposibilidad de la concreción real de las sentencias de
los oráculos, de los cuales –según se deja entrever en esta obra–
algunas personas ya empezaban a dudar. Por otra parte, también se
pretende plantear la inefabilidad del Destino, como ente rector de la
vida.

¿QUIÉN
ES EDIPO?

De
acuerdo con la obra de Sófocles,
Edipo es un rey magnánimo, sabio, justo e íntegro,
víctima
de una maldición de un oráculo. Edipo llego a Tebas huyendo de
dicha maldición, donde se proclama rey al casarse con la viuda de
Layo, el rey asesinado.

El
oráculo planteaba que el hijo de Yocasta (esposa de Layo) daría a
luz un hijo (Edipo, precisamente), el cual daría muerte a su propio
padre, contraería matrimonio con su madre, con quien procrearía
hijos, por lo que seria condenado a vagar errante, como un mísero
no vidente, expulsado de su tierra.

¿QUÉ SIGNIFICA EL DESTINO EN ESTA OBRA?

El
destino se plantea en esta obra como la fuerza rectora de la vida del
ser humano, como un designio de los dioses, sobre el cual los «efímeros mortales» (tal y como las deidades se refieren a los
humanos) no tienen ninguna influencia, sino más
bien están supeditados a su inefable e infalible fatalidad.

¿QUÉ ROL DESENPEÑAN
LOS DIOSES?

Los
dioses de la cultura griega antigua son ante los humanos
todopoderosos e inmortales, pero con la característica particular de
que experimentan pasiones igual que los mortales, actuando
generalmente de acuerdo con los conflictos derivados de éstas,
involucrando muchas veces a seres humanos en sus contiendas.

¿QUÉ ROL DESENPEÑAN LOS HUMANOS?

En
esta obra, como en todas las tragedias griegas del periodo clásico,
los seres humanos son simples instrumentos de los dioses, sin que
puedan evadir los designios divinos, ni la fatalidad del destino, a
pesar de cualquier inteligencia o esfuerzo que se oponga.



Enlaces Relacionados:


Edipo y la Esfinge