Resumen de la obra «Cyrano de Bergerac»

Por Esteban Balmore Cruz


Tipo de obra: Drama
Autor: Edmond Rostand (1868-1918)
Género: Tragicomedia
Ubicación: Francia, siglo XVII
Primera presentación: 1897
Personajes principales:

Cyrano de Bergerac, un poeta y soldado profundamente enamorado de su prima, a quien nunca se atreve a declararle su amor, debido a que es feo.

Roxana (Magdalena Robin), la hermosa prima de Cyrano, que se casa con un amigo de éste, cautivada por lo que le escribe, ignorante de que el verdadero autor es su narigudo primo.
Christian de Neuvillette, un joven y guapo soldado, bastante torpe, que logra conquistar y casarse con la bella Roxana, al enviarle sentidas cartas escritas para él por su amigo y desfavorecido rival, Cyrano.
El Conde de Guiche, el jefe militar de Cyrano y Christian, que hace uso de su poder en sus intentos de seducir a Roxana. Un personaje corrupto y malévolo que genera confusión porque en la batalla se muestra a la altura de las circunstancias y no queda claro si influye en la muerte de Christian y Cyrano.

Personajes secundarios destacados:

Ragueneau, un pobre y batallador individuo que desempeña diferentes tareas en apoyo de Cyrano.


Vizconde de Valvert, un joven de la nobleza que trata de inducir a Roxana a ceder a los deseos del conde de Guiche.


Ligniere, un viejo alcohólico con quien Cyrano se muestra amigable. Pese a su adicción es muy ingenioso y ayuda a muchos personajes de la obra, llegando a conocer sus secretos.


Le Bret, un amigo cercano y compañero de armas de Cyrano de Bergerac.


Comentario breve

Cyrano de Bergerac es uno de los dramas románticos más perecederos que todavía continúa emocionando a las audiencias como lo hizo hace muchísimo tiempo. Ha sido considerada como la obra más popular del teatro francés moderno; también ha sido una de las favoritas del público en varios países, incluyendo Estados Unidos. El personaje principal, el cadete del Ejército francés, Cyrano de Bergerac, es más que un diestro espadachín malhumorado que se mete en dificultades porque resiente a las personas que se mofan de su nariz y de su nombre. Él, más que simbolizar la fealdad física masculina, simboliza la magnanimidad, el desinterés y la belleza del alma humana. Se ha expresado que Cyrano de Bergerac es un drama poético de capa y espada, realista y romántico, y muy notable, aparte de sus otras cualidades estéticas y de su tremendo y persistente éxito, por su magnífica pintura de la vida del París del siglo XVII, bajo Louis XIII, ambiente de espadachines violentos y lánguidas «preciosas ridículas», que el autor conocía muy bien.

Resumen

Entre una concurrencia muy nutrida y diversa, un joven y bien parecido soldado de nombre Christian de Neuvillette esperaba con ansias en la sala de teatro del Palacio de Borgoña que la bella Roxana apareciera en su palco. Él se había enamorado apasionadamente de esa chica a la que nunca había tratado, y mientras aguardaba su llegada, se disgustaba cada vez más consigo mismo porque temía que nunca sería capaz de reunir el valor suficiente para dirigirse a ella, ya que creía que la joven era tan brillante y elegante, como él era bobo y torpe.

Asimismo, entre el público, esperando a que se levantara el telón, estaba Ragueneau, un tabernero y poeta romántico y arrojadizo, cuyos versos sus amigos alababan en presencia suya, mientras a sus espaldas se servían los deliciosos pasteles que él preparaba. Ragueneau preguntó a otro poeta sobre el paradero de Cyrano de Bergerac, quien aún no había hecho acto de presencia. Era conocido que el actor Montfleury, enemigo de Cyrano y otro de los varios pretendientes de Roxane, iba a protagonizar la obra, y que el primo de la joven le había amenazado con lesiones corporales si se presentaba a la función.

Poco después de que por fin llegó la hermosa Roxana, comenzó la obra, y Montfleury salió al escenario para recitar sus líneas. De súbito una voz enérgica le ordenó que abandonara la tarima; la orden provenía de Cyrano de Bergerac, uno de los mejores espadachines de Francia, y la actuación se detuvo abruptamente.

El vizconde de Valvert, otro de los pretendientes de Roxana intentó provocar una pelea con Cyrano ridiculizando la enorme nariz del reputado espadachín. Siendo éste muy sensible por su nariz desfigurada, pasó de insultado a insultador y las palabras condujeron a un duelo. Para mostrar su menosprecio por el adversario, Bergerac compuso un poema mientras practicaba con su oponente, y cuando terminó la última palabra de la última línea, hizo tambalear a su contrincante. El amigo íntimo de Cyrano, Lebret, advirtió al valiente espadachín que no se hiciera demasiados enemigos con sus insultos.

Sincerándose, Cyrano confesó que últimamente andaba de mal humor, de manera excepcional, porque estaba enamorado de su querida prima Roxana, a pesar de que nunca esperaba poder conquistarla debido a su fealdad. Mientras Lebret trataba de darle confianza en sí mismo, la chaperona de Roxane apareció para comunicarle a Cyrano un mensaje de su prima, expresándole que deseaba verle, por lo que él se alegró mucho. El lugar elegido para encontrarse con su adorable pariente fue la Taberna de Ragueneau. Llegó Cyrano temprano a la cita y —mientras esperaba a su prima— redactó una carta de amor que dejó sin firmar porque tenía la intención de entregársela personalmente. Cuando Roxana apareció, confesó a su primo que estaba enamorada y Cyrano por un momento pensó que ella estaba enamorada de él. Pero pronto se dio cuenta de que el afortunado era su amigo y compañero en el ejército, Christian de Neuvillette. Roxana le pidió a Cyrano que tomara al joven soldado bajo su protección, que le cuidara en las batallas, y dolido y muy triste, él se comprometió a hacer lo que ella le pedía.

Más tarde, cuando Neuvillette se atrevió a bromear con respecto a la nariz de su amigo, Cyrano se contuvo por el bien de Roxana. Al enterarse de que su compañero de armas y su enamorada eran parientes, Christian confesó su amor por ella y le pidió ayuda para conquistarla. Neuvillette era un guerrero, no muy romántico; necesitaba la habilidad de Cyrano para componer bonitos discursos y escribir mensajes tiernos y seductores. Aunque sentía que su corazón estaba roto, Cyrano le dio al joven la carta que había escrito sin firmar en la taberna de Ragueneau.

Más adelante, Cyrano visitó a Roxana para preguntarle sobre su historia de amor con Christian. Ella le contó que había recibido recientemente una carta del joven militar y que estaba encantada con su ingenio; pero Cyrano se contuvo de decirle que él era el autor de la misiva. Poco después, Christian le dijo a Cyrano que ahora quería hablar por sí mismo en su cortejo de Roxana. Una noche, bajo su balcón, Christian trató de hablar por sí mismo, pero se quedó tan trabado que tuvo que pedir nuevamente ayuda a su amigo que estaba al acecho en las sombras. Cyrano, a hurtadillas, le dijo al torpe pretendiente lo que tenía que decir, y la muchacha estaba tan encantada con estas declamaciones amorosas dictadas que le dio un beso a Christian.

Un fraile llega con una carta del conde de Guiche, comandante del regimiento al que pertenecía Cyrano, y entrega la misiva a Roxana. El conde escribía que quería verla y que para tal efecto vendría esa noche, aunque al hacerlo tendría que abandonar su posición. De manera deliberada, la joven cambió la lectura de la carta diciendo que el conde ordenaba al fraile que la casara con Christian. Luego, Roxana le pidió a su desconsolado primo que entretuviera a De Guiche hasta después de la ceremonia; una petición que De Bergerac efectivamente cumplió al hacer pensar al conde que se había enloquecido. Después de enterarse de que Roxana y Christian ya estaban casados, el engañado de Guiche ordenó a matrimoniado que se presentara inmediatamente a su regimiento.

En una batalla que siguió, Cyrano y los otros cadetes se enfrentaron a los españoles. Durante el conflicto de Bergerac arriesgó su vida para enviar cartas a Roxana a través de las líneas enemigas, y ella nunca sospechó que el autor de estos mensajes no fuera Christian. Al darse cuenta de que su esposa estaba realmente enamorada de la nobleza y la ternura de las cartas de Cyrano, Christian le suplicó a su amigo que le dijera la verdad a Roxana. Pero Christian murió en batalla poco después, y Cyrano juró no revelar nunca el secreto de su camarada. Reuniendo a los cadetes, de Bergerac cargó valientemente en el combate, y bajo su liderazgo, los españoles fueron derrotados.

Quince años transcurrieron. Roxana, acongojada por la muerte de su esposo, se había retirado a un convento a donde, cada semana, Cyrano estaba acostumbrado a visitarla. Pero un día llegó tarde. Al presentarse, ocultó bajo su sombrero una herida mortal que uno de sus enemigos había infligido al dejar caer un objeto desde un edificio sobre la cabeza de Cyrano. Mientras hablaba de su marido muerto, Roxana recitó la última carta de Christian, que guardaba junto a su corazón. Con el permiso de Roxana, Cyrano leyó la carta que él mismo había escrito, aunque estaba tan oscuro que ni él ni ella podían ver las palabras.

En ese momento, de manera súbita, Roxana se dio cuenta de que Cyrano se sabía de memoria el contenido de la misiva, y que él debía haberla escrito. Con esta comprensión vino su convicción de que durante quince años, sin saberlo, había amado el alma de Cyrano, no a Christian. Finalmente, Roxana confesó su amor por su noble primo, quien murió sabiendo que por fin ella era consciente de su amor y que lo compartía con él.

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