Un Poema de Alberto Masferrer

Blasón


Un andrajo de vida me queda: se perdió
en misérrimas luchas lo que era fuerza y flor.
Rateros y falsarios hacen explotación
de mi luz, de mi anhelo, de mi fe y mi valor.
¡Cuánta odiosa mentira serví, sin querer yo!
¡Cuánto lucro y engaño con mi luz se amasó!
Porque fui humilde y simple; porque en toda ocasión
creí que quien me hablaba tenía sed de Dios.

Lo que no profanaron los demás, lo mejor
que me diera el Destino, eso lo manché yo;
porque siempre fui débil, instable, y porque soy
tal vez un pobre loco que enloqueció el fervor…
Y entre el diablo y el mundo hicieron de mi sol,
en vez de luz, tinieblas; en vez de paz, dolor.
Más yo no culpo a nadie de mis caídas, no;
ni me inquieta un instante mi justificación:
si por necia o por débil mi vida fracasó
y en mi jardín florecen el mal y el error,
inútil ya sería saber si he sido yo
el culpable o la víctima de una maquinación.

Si el fruto está podrido, es que el gusano halló
en él propicio ambiente para su corrupción.
¿Fue la obra de un demonio, del azar o de un Dios?
Es igual… No revive la flor que se agostó.
Ahora con los harapos de mi fe y mi valor
y lo que todavía me resta de ilusión,
he de alzar un castillo y en él, como blasón,
en un palo de escoba y hecho un sucio jirón,
haré flamear al viento mi enfermo corazón.
Y en ese vil andrajo que será mi pendón
escribiré con sangre, menosprecio y rencor
este emblema del hombre que es su propio señor:
“Para juzgarme, nadie; para acusarme, yo.”

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Alberto Masferrer. Nació en Alegría, en 1868 ; murió en San Salvador, en 1932. Con Gavidia y Ambrogi constituye la tríada de fundadores de la cultura salvadoreña del Siglo XX. Gavidia, el humanista; Ambrogi, el descriptor de la naturaleza; Masferrer, el moralista social. Fue periodista, pensador y maestro. Su estilo literario es de primera categoria. Se le ha negado la condición de poeta, aunque incluyera algunos poemas en su libro “El Rosal Deshojado” y en publicaciones de la época. El crítico Cristóbal Humberto Ibarra, en importante ensayo (revista CULTURA Número 6S, abril-junio 1979) ha argumentado sólidamente sobre los valores poéticos de Masferrer.


Obras: «Páginas» (artículos, 1893); «Ninerías» (relato autobiográfico, 1900); «Ensayo sobre el Desenvolvimiento Político de El Salvador» (ensayo, 1901); «Recortes» (artículos, 1908); «Las Nuevas Ideas» (ensayo, 1913); «¿Qué Debemos Saber?» (ensayo epistolar, 1913); «Leer y Escribir» (ensayo, 1915); «Pensamientos y Formas. Notas de Viaje» (artículos, 1921); «Una Vida en el Cine. El Buitre que se tornó Calandria” (naraciones, 1922); «Ensayo sobre el Destino» (ensayo, 1926); «Las Siete Cuerdas de la Lira» (ensayo filosófico, 1926); «El Dinero Maldito» (páginas morales, 1927); «Estudios y Figuraciones sobre la Vida de Jesús» (ensayo biográfico-filosófico, 1927); «Helios» (ensayo, 1928); «La Religión Universal» (ensayo, 1928); «El Mínimun Vital» (ensayo político-social, 1929); «El Libro de la Vida» (ensayo, 1932); «El Rosal Deshojado» (artículos, prosa, versos, 1935). La Universidad Autónoma de El Salvador y el Mimisterio de Educación han realizado diversas ediciones de sus Obras Escogidas.

Entre argumentaciones muy convincentes, epunta Ibarra en el trabajo antes citado: «…la poesía de Masferrer ha de verse de frente, pero también hay que mirarla al sesgo como la de Unamuno o como la de Machado (Antonio), de acuerdo a una feliz expresión de éste y tal vez como nosotros hemos mirado La Vaca
Ciega, de Joan Maragall. A estos tres españoles el salvadoreño se aproxima en cuanto a su soledad experimentada como precio de su grandeza, pero más quizá, en el uso que hacen del símbolo para disfrazar tras un latir agonal íntimo el torrente de amor intrabumano que alimentan».

Poema y datos biográficos tomados de:


Índice Antológico de la Poesía Salvadoreña
Selección, prólogo y notas de David Escobar Calindo
UCA/EDITORES – San Salvador, El Salvador, 1982

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